La cuarta ola de calor ha golpeado con fuerza a La Rioja este sábado, dejando temperaturas sofocantes que han hecho pasar un día complicadillo, de sudor en sudos, a los riojanos. Alfaro ha sido la localidad que se ha llevado la medalla de oro en este bochornoso ranking, registrando una máxima de 39,7 grados, registrados a las seis de la tarde. La localidad riojabajeña se corona como la nueva sartén riojana en esta jornada abrasadora.
Pero Alñfaro no ha estado sola en este podio infernal. Calahorra y Arnedo han seguido de cerca, alcanzando los 39,2 y 39 grados respectivamente, convirtiendo a la Ribera del Ebro en una auténtica caldera. El calor ha sido tan intenso que incluso en las horas más frescas del día, apenas se ha notado alivio.
Logroño, la capital, no ha quedado atrás, con el mercurio marcando 38,9 grados. El calor ha sido tan opresivo que los logroñeses han tenido que buscar refugio en piscinas, fuentes y junto al aire acondicionado. La sensación térmica ha sido sofocante, incrementada por la ausencia de brisas frescas.
No obstante, no solo las localidades ribereñas han sufrido. En la Sierra de la Demanda, Anguiano ha registrado 37,4 grados, mientras que en Ezcaray, a pesar de ser conocido por su clima más fresco, no se han escapado, en plenas fiestas, del azote del calor, alcanzando 36,0 grados. En Villoslada de Cameros y San Román, las temperaturas también han sido elevadas, aunque un poco más lejos de los 40 grados del valle del Ebro. Con máximas de 36 y 33,4 grados respectivamente.
Este calor extremo no es solo una molestia; representa un verdadero riesgo para la salud. Las autoridades han emitido una alerta naranja, recomendando a la población evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas, mantenerse hidratados y buscar espacios frescos.
Las previsiones para este domingo no son alentadoras, con temperaturas que podrían seguir escalando, superando incluso los 40 grados en algunas localidades. La Rioja se enfrenta a un fin de semana en el que el calor será el protagonista absoluto, y la resiliencia de sus habitantes será puesta a prueba una vez más.
Mientras tanto, solo queda una opción: resistir y esperar a que esta ola de calor, que parece no tener fin, comience a ceder. Pero hasta entonces, Alfaro y su marca de 39,7 grados se mantiene acalorado en lo más alto del ranking del calor riojano.