La Rioja

Una vereda de las de antaño mantiene viva la memoria de Oteruelo

Vecinos de Ocón junto a la fuente y abrevadero descubiertos tras las labores de limpieza.

Azadillas en mano, desbrozadoras, tijeras de podar y todo tipo de herramientas para retirar la maleza. Así de ataviados fueron el pasado fin de semana unos quince vecinos de los municipios de Ocón al despoblado de Oteruelo para realizar una vereda como las de antaño, pero movidos de manera voluntaria por un fin comunitario. Todo ello para mantener viva la memoria de este pueblo y mejorarlo físicamente en la medida de lo posible ya que este sábado se celebra, por tercera vez tras su recuperación en 2022, la fiesta patronal de San Lorenzo en la zona de las encinas centenarias.

“Una tarea ingente dado que el pueblo está en ruinas, pero teníamos la ilusión con los descendientes de Oteruelo. Pedimos permiso al guarda forestal por el riesgo de incendios que podía existir al realizar estas labores de desbroce y se nos concedió sin problema. Además, y para sorpresa de todos, tras la limpieza de zarzas y demás vegetación aparecieron la antigua fuente y abrevadero del pueblo, que están preciosas. Ahora lo que vamos a intentar es buscar el punto de agua que venía de un barranco pero que se cortó”, apunta la alcaldesa de Ocón, Inmaculada Ortega.

Pero el afán comunitario de Ocón continúa porque esta no va a ser la última vereda que se haga en el despoblado. El Ayuntamiento ha solicitado una subvención para rehabilitar la torre de la iglesia de Oteruelo y es que aunque las ruinas inunden este enclave, los vecinos insisten en que la torre “es el símbolo del pueblo”. Eso sí, para comenzar dichas obras antes hay que desbrozar y limpiar la calle principal que da acceso a la iglesia, por lo que se organizarán las veredas “que sean necesarias para poder acceder al bien”.

“Cualquier trabajo que se hace en una vereda supone también la unión de la gente que acude por un bien común y eso vale mucho. Se crean buenos momentos y un buen ambiente, además que casi siempre acabamos las tareas con un almuerzo para celebrar”, destaca Ortega.

En el caso de Oteruelo, el afán va mucho más allá y es que los actuales vecinos de Ocón, muchos descendientes del pueblo en ruinas, no quieren que este se pierda en la memoria ni tampoco físicamente. “Se lo debemos a los antiguos vecinos de Oteruelo. Estamos a tiempo de poder hacer algo por ellos porque Ocón esta incompleto sin esa memoria viva de este pueblo”.

La cuadrilla al completo que participó en las labores de limpieza y desbroce.

Este tipo de veredas tienen otra gestión diferente a las de antaño, las cuales se realizaban a través de las ordenanzas municipales. Un bando anunciaba los trabajos a realizar y quien no participaba tenía que pagar, un hábito que poco a poco se fue perdiendo en los pueblos. Como aquellas que ya pocos recuerdan se realizaron hace unas dos décadas en Santa Lucía de Ocón unas veredas reguladas por ordenanza municipal.

Algunas de las más recientes como las que se conocen hoy en día son las que se ejecutaron durante cuatro veranos en La Villa de Ocón para rehabilitar la ermita de Santo Domingo de Silos. Unos trabajos que concluyeron hace cinco años y en los que todo el municipio se volcó empleando los materiales aportados por el consistorio. Así mismo, en Ocón también se hacen ‘a vereda’ las limpiezas de las balsas y acequias de riego, en lugar de que se encarguen solo las comunidades de regantes.

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