Semana a semana. Tras el percance sufrido el pasado jueves en Azpeitia, que se saldó con la séptima costilla derecha fracturada por completo y otras tres costillas fisuradas, el entorno de Diego Urdiales no se atreve a aventurar cuándo el diestro arnedano volverá a enfundarse el traje de luces. De momento, el torero, aún dolorido, guarda reposo absoluto.
Luis Miguel Villalpando, apoderado de Urdiales, asegura que el diestro riojano pretende cumplir con todos los compromisos adquiridos para los próximos días. En la agenda más próxima de Urdiales figuran marcados en rojo el próximo viernes 16, cuando el riojano está anunciado en El Burgo de Osma, y un día después, el sábado 17, cuando está previsto que Urdiales realice el paseíllo en Dax para conmemorar el vigesimoquinto aniversario de su alternativa. Más adelante, el sábado 24, llegará la fecha clave del regreso de Urdiales a Bilbao tras dos temporadas de ausencia totalmente injustificada.
Pese a que el plazo normal para la cura de este tipo de lesiones ronda los cuarenta días, Urdiales está dispuesto a realizar un esfuerzo sobrehumano para volver a ponerse delante de un toro tan solo quince días después de sufrir este doloroso percance. Villalpando ha manifestado también que la zona lesionada continúa inflamada, lo que hace que Urdiales tenga problemas a la hora de respirar, si bien se espera que en los próximos días disminuya la inflamación, comiencen a desaparecer los dolores y el torero experimente una notable mejoría.
No obstante, el apoderado del diestro riojano mantiene la prudencia sin perder el optimismo por que el regreso de Urdiales a los ruedos sea más pronto que tarde. Urdiales, que ya ha experimentado lesiones similares, sabe que para que los huesos suelden perfectamente es necesario más de un mes de reposo absoluto. Sin duda, la imposibilidad de entrenar para afrontar compromisos de la categoría de Dax o Bilbao supone un gran contratiempo en la temporada del riojano.
Quién iba a decir que veinticinco años después de la alternativa en Dax, Urdiales estaría ahora postrado en el lecho del dolor. Pero los percances, que forman parte del toreo, vienen a significar que el torero sigue activo y, en este caso, también en plenitud. La lucha por volver a los ruedos más pronto que tarde evidencian hambre torera. Y lo que está claro es que Urdiales volverá a ponerse delante de un toro dentro de no muchos días. ¿Cuándo? El tiempo lo dirá. Por eso lo de ir semana a semana.