La Rioja

“Se hicieron auténticos despropósitos en algunos pueblos”

Álvaro González es uno de esos riojanos que más sabe sobre los municipios abandonados en La Rioja. Hace unos años publicó un ‘La voz de los desterrados’, un libro en el que cuenta la historia de Los Molinos, barrio industrial de Ortigosa de Cameros que, cuando desciende el nivel del agua del embalse González Lacasa, todavía se distingue, ya en ruinas, en la desembocadura del río Albercos.

– Hay decenas de municipios abandonados en La Rioja pero no es lo mismo los que se fueron vaciando por la salida de sus vecinos a otras localidades que los que tuvieron que salir por otros motivos como la creación de pantanos.

– Sin lugar a dudas. No tiene nada que ver porque en estos últimos casos queda mucho dolor entre los vecinos. Es verdad que ni unos ni otros se fueron por gusto de sus pueblos. Unos lo hicieron buscando mejores condiciones laborales, otros porque los echaron para hacer pantanos o repoblaciones forestales, y otros porque la Administración no les acercó los servicios necesarios para poder seguir viviendo.

– En algunos casos, la salida de los municipios fue muy dura.

– Por supuesto, especialmente cuando se hizo con engaños y mentiras. Se hicieron  auténticos atropellos, incluso en democracia, hasta que la normativa europea dijo que no todo valía. Por ejemplo, en Pajares y San Andrés se intentó dividir a la población y que no se uniesen en el objetivo común de mantener el pueblo. Se les dijo que se les iba a compensar adecuadamente y luego les vendieron casas nuevas al precio que valían sin más allá de una modesta indemnización y la facilidad de poder pagar las nuevas en plazos más cómodos.

– El abandono obligado de estos pueblos no fue sólo en La Rioja. Se dio en toda España.

– Hay que tener en cuenta que España fue una de las potencias pioneras en el mundo en infraestructuras para ‘domar’ el agua. Se vendió a la opinión pública que para conseguir hacerlo valía cualquier cosa. Además hasta que no empezó la democracia no hubo un movimiento ecologista real en el país, por lo tanto no hubo oposición a  la creación de estas infraestructuras. En casi todas había proyectos alternativos pero se primó el ahorro económico.

– El caso de Mansilla es muy conocido, otros lo son menos.
– El caso menos conocido era el de Los Molinos, un barrio de Ortigosa. Hasta Alcalá Zamora, en su discurso de inauguración, celebró que no hubiera desaparecido ninguna localidad pero de allí también tuvo que irse gente. Luego está el caso de Las Ruedas de Enciso que es, como quién dice, de hace cuatro días. Ahora, al menos, no se dejan los pueblos en pie porque es muy duro para los vecinos ver, cada vez que bajan las aguas, las casas y las calles donde vivieron. Hay que valorar el sacrificio de estos vecinos. Muchos de los riojanos tenemos agua gracias a lo que ellos perdieron.

– Decía que la repoblación forestal también ha provocado el abandono de algunos municipios.

– Es que no hay que olvidar que cuando se han hecho planes de reforestación de montes han provocado la pérdida de pastos y cultivos que era la forma de ganarse la vida en estos pueblos, un ejemplo podría ser lo que pasó en La Rioja con Montalbo en Cameros.

– ¿Hay otros motivos por los que han desaparecido este tipo de pueblos?
– Hay motivos innumerables. La Kutxa por ejemplo compró un municipio completo en La Rioja para realizar un sanatorio para enfermos de tuberculosis. Otros se compraron para la explotación de la madera de sus terrenos.

Subir