El número de turistas en Rioja creció un 17,5 por ciento respecto a 2022, pero también respecto a los registros previos a la crisis sanitaria del COVID-19. El aumento de visitantes respecto a 2019 corresponde a un 2,5 por ciento más, por lo que Rioja ha alcanzado ya los niveles prepandemia e incluso los ha superado. El impacto económico del enoturismo en la región deja unas cuentas de 185,94 millones de euros (un 19,55 por ciento más que en 2022), con un gasto medio en bodega de 37,9 euros (un 3,7 por ciento más).
El Consejo Regulador de la DOCa Rioja ha presentado este jueves la sexta edición del Monitor de Enoturismo 2023 junto a la memoria anual correspondiente al ejercicio ya cerrado. Un informe que muestra, de manera unificada, la actividad turística en toda la denominación, sin diferenciación entre rutas. Los datos se han extraído de una exhaustiva encuesta realizada a las 204 bodegas de Rioja que desarrollan el enoturismo y que arrojan un total de 879.423 visitantes durante el año pasado.
Manuel Romero, el socio director de Dinamiza Asesores, la compañía que ha elaborado este Monitor de Enoturismo, ha presentado estos datos en compañía del director general del Consejo Regulador de la DOCa, José Luis Lapuente, así como del ‘client development manager’ de Nielsen IQ, Ricardo Alcón, y el director general del Observatorio Español del mercado del Vino (OEMV), Rafael del Rey.
“El enoturismo en Rioja ha demostrado una gran fortaleza, demostrando que esta región sigue siendo la locomotora del turismo español. Tenemos un sector creativo e innovador y ya se puede decir que hemos recuperado la senda del crecimiento sostenible que queríamos”, ha manifestado Romero.
En un sector que “genera unos 700 empleos directos e indirectos”, las bodegas cada vez están más concienciadas sobre la importancia del enoturismo como estrategia prioritaria para construir marca. “De media, el 9,5 por ciento del vino de las bodegas se vende a través del enoturismo. Además, este año como novedad hemos preguntado a las bodegas sobre las inversiones realizadas en este ámbito y la cuantía asciende a unos dos millones de euros entre actuaciones enfocadas a la digitalización, la formación en equipos, las mejores en las instalaciones o el desarrollo de nuevas experiencias. El 67 por ciento de las bodegas considera que el enoturismo es más necesario e importante para su negocio cada día”.
Foto: Raquel Manzanares (EFE)
De hecho, el informe refleja que solo un 2 por ciento de las bodegas aseguran que no tienen previsto realizar mejoras en enoturismo, “por lo que la mayoría sigue invirtiendo para construir el enoturismo del futuro”. La oferta, así, se diversifica y aumenta su valor. Una oferta que también se ha profesionalizado volviéndose más premium. “El precio medio ha subido algo más de 1,5 euros respecto a 2022, situándose ahora en los 20,71 euros y el gasto medio”.
Así mismo, en el informe destacan el binomio creado entre gastronomía y wine bar que se empieza a desarrollar muy a fondo, así como los eventos realizados en las bodegas para captar nuevos públicos como son los jóvenes. “Las bodegas han realizado o participado en más de 75 eventos que han captado más de 35.000 visitantes durante 2023”. Aunque por el momento son 204 las bodegas que abren sus puertas, ya hay proyectos de desarrollo en marcha que verán la luz próximamente, por lo que el número incrementará.
Por otro lado, el turismo internacional (que supone casi el 33 por ciento del total de visitantes frente al 29 por ciento del año anterior) ha vivido una gran recuperación en la denominación, aunque Romero asegura que “todavía hay mucho margen de mejora”. Los principales mercados emisores son Estados Unidos (27 por ciento), Reino Unido (16 por ciento) y Francia (14 por ciento), aunque van ganando presencia otras zonas como Alemania y los países nórdicos.
Pese a que este año no se ha realizado la encuesta a la demanda (se ejecuta en años alternos), Romero apunta que, con carácter general, el comportamiento del turista muestra dos tendencias en función de si se trata de público internacional o nacional: “Quienes vienen de otros países siguen viendo Rioja como algo barato, así que son los que más gastan en las visitas y en los vinos. Mientras, el turista de ámbito nacional es más comedido. Aunque a veces pueda buscar productos más premium, por lo general no gasta tanto, por lo que una subida de precios en exceso podría contraer el consumo en este sentido. Además, hay que tener en cuenta al público joven, que no hace tanto gasto y al que se pretende conquistar también.
