El obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, y el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, han presentado este jueves el resultado de la restauración del retablo mayor de la parroquia de Santiago de Calahorra, ejecutada por el Taller Diocesano de Restauración y cuyo coste asciende a 100.000 euros.
En concreto, la actuación -financiada por el convenio de retablos firmado entre la Diócesis y el Gobierno regional- ha consistido en la eliminación de polvo y suciedad superficial, la desinfección general, ajustes estructurales en los refuerzos y consolidación y fijación de las policromías del retablo, que data del siglo XVIII y se encontraba deteriorado por el paso del tiempo.
El obispo ha agradecido los acuerdos alcanzados entre ambas instituciones para la mejora del patrimonio artístico religioso y espera poder seguir colaborando con la Consejería: “Es un servicio que nos ayuda en la promoción, conservación y difusión del arte religioso, no solo para los riojanos, sino para todos los visitantes en nuestra tierra”.
Por su parte, Gonzalo Capellán, también he resaltado la importancia de este convenio: “Lo que hace es que podamos preservar y conservar el rico patrimonio artístico de nuestra región, y en una ciudad como Calahorra, tan vinculada a la historia y al patrimonio religioso, pueda seguir conservándolo, como parte de ese legado y de su historia, pero también como un atractivo cultural y turístico para los calagurritanos, los riojanos y todos los visitantes”.
El retablo
El retablo mayor de la parroquia de Santiago es una obra cumbre del barroco riojano, realizada entre 1736 y 1741 por el calagurritano Diego de Camporredondo, y dorada y policromada por José Lafuente Santamaría.
Es una obra de especial valor, también por el mensaje que muestra, con referencias a todos los hitos santiaguistas de España: Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza, aparición de Santiago en Clavijo, firma del voto de Santiago por Ramiro Tercero en la ciudad de Calahorra, unido a las imágenes de los patronos de la ciudad, San Emeterio y San Celedonio. Todo un programa catequético único en nuestra Diócesis.
Esta obra sufría un deterioro provocado por el paso del tiempo y las condiciones medioambientales, que provocaron suciedad en la pintura y envejecimiento de los encolados.
