Querida Yoli:
Te nos has ido muy pronto, demasiado, sin nadie esperarlo. Pero después de unos días en estado de shock, la realidad es que ya no estás con nosotros. Y eso es lo que realmente duele.
No te puedes imaginar el vacío que hay en nuestros corazones desde que nos dejaste, pero siempre vamos a recordar tu sonrisa cálida, tu amor incondicional y tu sabiduría. Has sido un faro de luz en nuestras vidas, siempre dispuesta a escuchar, a brindar apoyo y a compartir tus consejos con una generosidad que no tiene comparación.
En nuestras memorias siempre guardaremos los momentos especiales que vivimos juntos. Desde nuestras conversaciones llenas de risas y confidencias, hasta los momentos de ternura y cuidado que nos regalaste. Tu presencia era un bálsamo para nuestros corazones y siempre nos sentimos amados y protegidos a tu lado, Yoli.
Dispuesta siempre a ayudar a los demás, sin importar el lugar y la hora, te ha hecho ser la persona que eras. Por eso, todos notamos tu ausencia, porque eras una persona “vitamina” para cada uno de nosotros.
Aunque ya no podamos disfrutar de tu compañía física, sabemos que estás en un lugar de paz y descanso. Imaginamos que estás rodeada de amor y que nos cuidas desde allí arriba. Siempre serás una estrella brillante en nuestras vidas, una inspiración para ser unas personas amorosas, valientes y generosas.
Aprovechamos estas líneas para dar las gracias por todas las muestras de cariño que ha recibido Yolanda estos días. Creednos, que toda la familia vamos a estar eternamente agradecidos por los miles de comentarios bonitos hacia ella. Eras especial Yoli, especial para cada una de las personas que conocías y que ellas mismas te calificaban como “un ángel”.
Y terminamos dándote de nuevo las gracias, Yoli. Por ser la persona que eras y por dejar un pedacito de ti por cada rincón que pasabas. Nunca te vamos a olvidar, te lo prometemos. Con todo nuestro amor.
Tu Familia.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
