El fútbol riojano ha vuelto a vivir otro lamentable episodio contra la labor arbitral. Durante un Comillas-Berceo de Primera Infantil (niños de 12 y 13 años), la árbitra Lorena Yolanda Peralta Noguera ha reflejado en su acta diversos improperios y faltas de respeto por parte de algunos aficionados, acompañados de patadas a la puerta de su vestuario.
Así lo ha escrito: “Cuando he pitado el final del partido y me dirigía al vestuario sin ser acompañada por el delegado de Campo, se ha acercado gente del público, que se entendía que eran aficionados del Comillas, ya que les animaban y apoyaban constantemente y además, protestaban cuando mis decisiones eran en contra de sus intereses”.
A partir de ahí, la colegiada ha relatado que esos aficionados “han formado un pasillo”, desde donde ha recibido “gritos y faltas de respeto” . Las expresiones citadas son las siguientes: “Eres malísima, das vergüenza”, “Has conseguido lo que querías desde el principio”. “Estarás orgullosa, solo vienes aquí a cobrar tu dinero” y por último “Esto es una p… vergüenza, si no estás ni preparada para pitar un infantil, no arbitres”. En relación a ese exabrupto, Peralta Noguera ha recalcado que lo había recibido por parte de una persona que portaba la equipación del Comillas.
No ha quedado ahí la cosa, pues el propio acta también señala lo siguiente: “Tras el final del encuentro, cuando me encontraba ya en el vestuario, he recibido varios golpes y patadas en la puerta. No he podido identificar a los culpables, pero cuando he abierto la puerta, había unos jugadores del Comillas dirigiéndose al vestuario”.
Resulta difícil de comprender cómo en un encuentro jugado por niños de doce y trece años puedan ocurrir este tipo de incidentes. No es la primera vez que el fútbol base se ve afectado por tales faltas de respeto. Nada importa el resultado del encuentro, finalizado con victoria de 1-2 para el Berceo, pues nada justifica una reacción contra la árbitra como la descrita.
