Representantes de una veintena de organizaciones y entidades sociales han protagonizado este sábado una marcha a pie desde el Parque Picos de Urbión hasta la prisión de Logroño para reclamar al Ayuntamiento un transporte público al centro penitenciario.
Unas 150 personas, según los colectivos convocantes, han participado en la marcha, en la que uno de los técnicos de Cáritas -una de estas entidades-, Marcos Montoya, en declaraciones a los periodistas, ha calificado de “histórica” esta reivindicación, que se remonta al año 2008.
La prisión de Logroño, ha explicado, es “una Administración alejada de la ciudad” -a una distancia de unos 5,5 kilómetros a pie desde el centro de la ciudad- y hay personas en situación de permiso de salida, tercer grado y condicional y sus familiares que precisan del derecho del transporte público al centro.
La inexistencia de transporte público también afecta a las personas condenadas a trabajos en beneficio de la comunidad y penas alternativas, así como a los participantes de asociaciones que desarrolla sus actividades en el centro penitenciario, ha informado.
Algunas de estas personas, ha subrayado, no pueden acceder con vehículo propio, en unos casos por cuestiones económicas o por discapacidad, así que es preciso un transporte público desde la ciudad a la cárcel.
Estos colectivos piden al Ayuntamiento el acceso a la prisión con garantías, a través de un transporte público, lo que transmitirán al equipo de Gobierno Municipal con el que tienen prevista una próxima reunión, ha afirmado.
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— Rioja Acoge (@RiojaAcoge) April 13, 2024
A la llegada a pie a la prisión de Logroño, se ha leído un manifiesto, suscrito por los colectivos convocantes en el que se ha subrayado que esta petición de transporte público a la cárcel está fundamentada en la dignidad de las personas presas a recibir este servicio.
Lo amparan, indica el manifiesto, la Constitución Española y la legislación local, donde se especifica la responsabilidad del Ayuntamiento de Logroño a dar respuesta a esta necesidad.
EFE/Raquel Manzanares
“Entendemos que las circunstancias personales y sociales que rodean al colectivo de presos y presas les colocan en una posición social de desventaja con respecto al resto de la ciudadanía”, se ha recalcado en el manifiesto.
En verano, bajo el sol, y en invierno con frío o lluvia, familiares, se detalla en el documento, personas voluntarias y presos de permiso tienen que caminar kilómetros hasta la parada de autobús más cercana por una calle sin asfaltar, sin acera ni iluminación y otros kilómetros de regreso.
