Salud

Los ginecólogos demandan una educación sexual inclusiva y transformadora

EFE/Raquel Manzanares

Rebeca Palacios.- Los ginecólogos José Ramón Serrano y Modesto Rey han demandado, en una entrevista con EFE, el desarrollo de una educación sexual con un enfoque transversal y que sea igualitaria, inclusiva, diversa, transformadora, rigurosa, contextualizada y centrada en los estudiantes.

Estos doctores han intervenido en una mesa redonda sobre la educación sexual en España durante el 17 Congreso de la Sociedad Española de Contracepción, celebrado en Logroño durante los últimos días con la participación de medio millar de expertos.

Serrano, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Alto Deba de Mondragón (Guipúzcoa), ha explicado que España cuenta con leyes que permiten la educación sexual, pero en las autonomías ha habido desarrollos “muy dispares” porque no es una materia obligatoria.

Ha reconocido que muchas comunidades autónomas “se han puesto las pilas, probablemente debido a que se han dado cuenta de que llegan tarde respecto a los efectos del consumo de pornografía entre los adolescentes”.

Formar para prevenir

“La única forma de evitar las infecciones de transmisión sexual, de formar en contracepción y de prevenir la violencia de género es la educación, por lo que el Estado se lo tenía que tomar en serio”, ha subrayado.

Algunas familias consideran que la educación afectivo sexual pertenece al ámbito privado, pero ha puntualizado que “carecen de las herramientas adecuadas” para tratar estos temas en casa.

“La sexualidad es una cualidad humana, estudiable, investigable y, sobre todo, cultivable y que tiene mucho que ver con las relaciones humanas y, por lo tanto, no puede constreñirse al ámbito privado”, ha opinado.

Por ello, ha insistido en que, institucionalmente, se deberían “tomar cartas en el asunto e incluir esta educación en el currículo escolar, sobre todo para homogeneizar contenidos”.

Ha recalcado que hay “evidencias más que claras” de que la educación sexual no incrementa la actividad sexual ni las infecciones de transmisión sexual, si no que retrasa el inicio de las relaciones coitales.

En estos momentos, los jóvenes y los niños se están educando a través de las redes sociales, en muchos casos de una manera “totalmente inadecuada”, como puede ser mediante la pornografía y con información falsa, ha asegurado.

A su juicio, la discusión no es si hay que hacer o no educación sexual, el debate está en qué educación sexual hay que hacer, porque es algo “muy politizado y con grandes sesgos ideológicos, culturales y religiosos”.

Enfoque basado en derechos

Rey, jefe del servicio Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), ha matizado que una buena educación sexual debe tener un enfoque basado en derechos, porque es un derecho humano reconocido por la ONU.

EFE/ Raquel Manzanares

Para garantizar los derechos a la salud sexual y reproductiva, ha apuntado que tiene que haber un enfoque igualitario, desde la perspectiva de género.

“No podemos olvidar que nuestra cultura es patriarcal y está basada en el androcentrismo, lo que supone el germen y el origen de todos los problemas asociados a las diferencias y discriminaciones entre hombres y mujeres, como la violencia machista”, ha subrayado.

En esta cultura patriarcal “todo se mide en términos de masculino”, ha explicado, con modelos sexuales reproductivos, basados en el heterocentrismo y el coitocentrismo.

Educación transversal

Una educación sexual inclusiva no debe dejar a nadie atrás, por lo que ha opinado que debe incluir las vejeces y las discapacidades, no limitarse a modelos sexuales de bellos y jóvenes.

Además de proporcionar información científica y rigurosa, esta educación sexual ha de ser transversal en todas las asignaturas de todas las etapas educativas.

EFE/ Raquel Manzanares

Para ello, Rey ha considerado que “tendría que haber ya programas exhaustivos de formación en educación sexual para el profesorado”, además de incorporarla en los programas de los grados de Magisterio y en Pedagogía.

Ha lamentado que, con 8 leyes educativas diferentes en 45 años, en esta país haya “inestabilidad e incomodidad dentro del profesorado porque se cambian los planes permanentemente” y, además, la educación se ha convertido en un motivo de “polarización” política.

Como “complemento necesario”, ha propuesto programas de educación sexual no formal, respaldados por entidades como la Sociedad Española de Contracepción.

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