Decenas de profesionales y voluntarios han retomado desde primera hora de este martes las labores de búsqueda de Javier Márquez, el joven de Santo Domingo de la Calzada de 20 años desaparecido durante la noche del viernes al sábado en Logroño sin dejar ningún rastro.
En esta cuarta jornada consecutiva de rastreo participan efectivos de la Policía Nacional, la Policía Local de Logroño y Bomberos -que peinan cada palmo de terreno en la capital riojana-, la Guardia Civil -que este lunes focalizaba la búsqueda más allá de las fronteras de la ciudad- y unos doscientos amigos y familiares del joven, llegados desde Santo Domingo de la Calzada para buscar cualquier pista que conduzca a su paradero.
Desde primera hora de la mañana, el dispositivo de búsqueda se ha puesto en marcha desde la plaza de toros de la capital riojana. Allí se emplazaron la tarde anterior, cuando suspendieron las labores de rastreo por la falta de luz natural. Como novedad respecto a días anteriores, este martes se han sumado a la búsqueda algunos de los ‘chalecos amarillos’ que días atrás se manifestaron para denunciar la situación de la agricultura y la ganadería en la comunidad.
La Policía Nacional cuenta en el dispositivo con un helicóptero y drones, y también colaboran agentes de Seguridad Ciudadana y dotaciones de la Policía Local y Bomberos de Logroño.
La búsqueda de este joven de Santo Domingo de la Calzada se ha intensificado en el entorno del río, en la zona del soto inundable más cercana al Casco Antiguo logroñés, entre la plaza de toros y el puente de hierro.
La Guardia Civil se ha incorporado al dispositivo de búsqueda fuera del término municipal de Logroño, de modo que agentes rastrean con medios aéreos y terrestres el curso del río Ebro desde el barrio de Varea en dirección Zaragoza. El instituto armado aporta medios del servicio aéreo, con drones del equipo Pegaso, y también patrullas de las unidades de Seguridad Ciudadana.
Según el anuncio publicado por su familia en la página de SOS Desaparecidos, Javier Márquez mide 1,62 metros, tiene complexión atlética, pelo y ojos castaños y, en el momento de su desaparición, vestía un pantalón claro y sudadera marrón.
