A la vista del nuevo escenario de movilizaciones planteado por algunos agricultores y ganaderos (siguen sin comunicar sus movimientos, cambian continuamente de intenciones e interfieren fuertemente con otros derechos fundamentales de los logroñeses), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se pondrán serios con las tractoradas. Se acabó la broma.
Para garantizar los derechos de los riojanos, la seguridad ciudadana y el orden público, la Delegación del Gobierno en La Rioja ha mantenido una reunión con miembros de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local de Logroño en la que se ha acordado lo siguiente:
– Disponer de todos los medios necesarios para que la entrada de tractores en Logroño sea limitada.
– Denunciar todas las situaciones contrarias a la legislación de tráfico aplicable, así como el incumplimiento de cualquier normativa tanto municipal como estatal.
– Denunciar todas las situaciones de desobediencia a las instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a través de la LO 4/2015, de Protección de la Seguridad Ciudadana.
La Delegación del Gobierno ha recordado que gestiona alrededor de 320 manifestaciones al año, prácticamente una diaria, respetando los protocolos de comunicación por los promotores y de coordinación del conjunto de los servicios afectados por las administraciones competentes.
Sin embargo, desde el pasado 6 de febrero se vienen sucediendo una serie de movilizaciones de agricultores y ganaderos de La Rioja en sus tractores, de forma no comunicada, por lo que no les son aplicables ninguna de las situaciones especiales que se articulan para las reuniones comunicadas. “Todos los eventos que se producen deben ajustarse a la legislación vigente en todas las materias, incluidas ordenanzas municipales, seguridad vial y seguridad ciudadana”.
Por ello, desde el principio se han establecido unas instrucciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En ellas se fijaron unas líneas rojas: cortes o circulación de tractores y peatones por autovías o autopistas, cortes de carreteras y desobediencia a las instrucciones de los agentes. A tenor de los últimos acontecimientos, la vista gorda se ha acabado.
