Uno es un maestro consumado. El otro es un gran proyecto de torero que aún debe sortear muchos contratiempos. Uno ha abierto plaza y el otro ha cerrado la tarde, casi a modo de línea cronológica vital. Veinticuatro años separan la existencia de Diego Urdiales y Fabio Jiménez y, sin embargo, este sábado han ’empatado’ sobre un mismo ruedo: la plaza de toros de Moralzarzal. El festejo no ingresará, a buen seguro, entre las grandes páginas de la historia de la tauromaquia, pero para los anales queda este 17 de febrero en el que maestro y discípulo han compartido coso y palmarés.
El arnedano y el alfareño han coincidido en una cita que gana enteros como imprescindible de la ‘pretemporada’ : un festival a beneficio de la Sociedad Española de Cirugía Taurina que ha reunido en su cartel a El Fandi, Urdiales, Manuel Escribano, Cayetano, Paco Ureña, Saúl Jiménez Fortes y Fabio Jiménez.
Urdiales ha abierto la tarde con un utrero de Fuente Ymbro al que ha desorejado con su habitual clasicismo en las formas. Fabio Jiménez, por su parte, se ha enfrentado a un novillo de Jandilla, ante el que ha demostrado buenas maneras para hacerse con otro apéndice. Los dos diestros riojanos (también lo hizo Ureña) han compartido otro gesto que alimenta la ilusión del relevo generacional, brindando sus faenas a los facultativos que representaban a los cirujanos taurinos.
