La sorpresa para los ochenta trabajadores de Plaza Chica en Alfaro y Cervera ha sido mayúscula cuando este miércoles, en la primera reunión que tenían para acordar los términos del ERTE que estaba previsto, los dueños de la empresa les han anunciado que la firma riojana entrará en un concurso de acreedores.
“Han estado jugando con nosotros durante casi dos meses para terminar así. Ni hemos podido buscar otro empleo porque teníamos que estar disponibles para la empresa ni sabemos ahora qué va a pasar con nosotros”, comenta uno de las trabajadoras de la firma riojana.
El pasado 13 de diciembre la Guardia Civil iniciaba una investigación sobre la empresa de alimentación. Los trabajadores eran desalojados y varios encargados y los responsables eran detenidos. Los hacían como presuntos responsables de varios delitos vinculados con la comercialización irregular de conservas de atún.
Durante la investigación, en la que colaboraron Europol y el Arma de Carabinieri italiana, se incautaron unos 120.000 botes de conserva de atún y 45.000 litros de aceite. La mayor parte de los botes intervenidos estaban destinados a abastecer a pequeños comercios y grandes cadenas de alimentación de España e Italia de manera inminente, principalmente durante las fiestas navideñas.
No fue hasta varios días después cuando la empresa envió a los trabajadores a casa con un permiso remunerado para finalmente plantear un ERTE. En un principio los responsables de la firma se escudaron en que las 21 cuentas de las que disponía la empresa se encontraban bloqueadas y fue el propio juzgado quien desmintió esta situación explicando que “las cuentas podían utilizarse para pagar a los trabajadores, sus costes de Seguridad Social y a los proveedores”.
Ahora, con una situación que se prevé larga y complicada, los trabajadores no saben por dónde van a transcurrir los próximos pasos. Los procesos habituales como éste pasan porque un juez elija un administrador concursal a través de un auto, realizar un recuento de los bienes y proceder a su posible venta.
