El viceconsejero de Salud y Políticas Sociosanitarias del Gobierno de La Rioja, José Antonio Oteo, ha abogado este lunes por “adelantarse” a las amenazas que generan los brotes epidémicos y las pandemias, desde la coordinación de recursos en las instituciones y el incremento de la vigilancia de las enfermedades trasmitidas por animales.
Oteo ha explicado a los periodistas la estrategia ‘Una salud’ (‘One Health’) en una sesión de ‘Espacio para la Salud’, organizado por la Asociación de la Prensa de La Rioja y Fundación Rioja Salud.
El cambio climático ha provocado el calentamiento global, lo que ha ocasionado una proliferación de animales, ya que la ausencia de nevadas o heladas en invierno favorece la eclosión de los huevos de artrópodos como las garrapatas, ha indicado.
Ha recordado que desde el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) se lidera un proyecto nacional en el que participan la mayoría de las comunidades autónomas para detectar la presencia de estos artrópodos vectores en parques urbanos.
Oteo, quien es un experto internacional en las enfermedades infecciosas transmitidas por estos animales, ha detallado que en 1987 solo se habían identificado dos en España y actualmente se conocen hasta 14 enfermedades generadas por las picaduras de garrapatas.
El aumento de la fauna silvestre, como conejos, ciervos y jabalíes derivado por el control de la caza ha provocado que las garrapatas tengan más animales a los que picar y así se extiende su ciclo de vida.
En muchos casos, una picadura solo ocasiona molestias en la piel, pero las garrapatas pueden llegar a transmitir la enfermedad de Lyme, las rickettsiosis que pueden llegar a poner en peligro la vida y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Ha añadido que otras circunstancias han ocasionado recientemente en La Rioja plagas de mosca negra, como el verano pasado, ya que el agua del río Ebro está más limpia y los nitratos y otros productos agrarios se han filtrado y han favorecido la aparición de plantas en las que sobreviven mejor estos insectos.
Para controlar estas plagas, se pueden usar una bacterias que son inocuas para el medio ambiente y para las personas que, utilizaras en el agua en un momento concreto, se alimentan de las larvas de la mosca negra.
Además, ha alertado de otra gran pandemia “oculta o silente” que es la resistencia a los antibióticos, que se debe afrontar en coordinación con veterinarios y ganaderos, ya que también es algo relacionado con la seguridad alimentaria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si para 2050 no se han controlado las resistencias a los antibióticos, habrá más muertos por esta causa que por cáncer o enfermedades cardiovasculares.
“No sabemos cuándo ni qué virus lo provocará, pero tarde o temprano habrá otra pandemia. Se trata de ir por delante para poder estar más preparados ante las amenazas”, ha recalcado.
