Los trabajadores de Plaza Chica se han movilizado de nuevo este viernes en Cervera y Alfaro para defender sus puestos de trabajo ante la situación en la que se encuentra la empresa. Unas movilizaciones en las que han participado más del 90 por ciento de la plantilla y en la que, como ha explicado el secretario general de UGT FICA La Rioja, Carlos Alfaro, se han manifestado “bajo el lema ‘Menos mentiras y más claridad’ en alusión a la postura que está desarrollando la empresa al respecto.
En este sentido, el sindicato ha dirigido un escrito a la Fiscalía “con la intención de que vele por los intereses de estos ciudadanos y trabajadores” para que “haga de mediador ante el juez de modo que libere las cuentas para el pago de la nómina de enero y los atrasos de convenio que se adeudan a los trabajadores”, ha expresado.
UGT ha llamado a la prudencia en cuanto al ERTE presentado por la empresa puesto que “aún no tenemos la documentación con la que podremos estudiar la vía a desarrollar”. No obstante, “desde UGT tenemos claro que el ERTE es para el mantenimiento de los puestos de trabajo. No vamos a poner el desempleo de los trabajadores de Plaza Chica para que la empresa resuelva sus problemas, que no tienen nada que ver con ellos”, ha expresado.
Una vez más y no es la primera ni la última, los trabajadores de Plaza Chica se han movilizado para defender sus puestos de trabajo y que el ERTE que ha planteado la empresa sea única y exclusivamente motivado para poder salvar el empleo de los 130 trabajadores que hasta hace unos días hacían su jornada laboral en las fábricas de Alfaro y Cervera.
Un posible cierre de Plaza Chica sería un duro golpe para los 130 trabajadores de las dos plantas y especialmente para la región de Cervera, una zona con un descenso alarmante de población, una importante falta de natalidad y cada vez menos posibilidades laborales.
Y es que Plaza Chica se había convertido desde hace años en una de las industrias más importantes de la zona con 50 puestos de trabajo. La empresa inició su actividad en Cervera en 2012 con cinco personas y, tras una inversión de 700.000 euros, años después ya contaba con 30 operarios. Ahora suma los 50 que llegan de diferentes pueblos de La Rioja y también de Navarra.
“Lo que más agobia es la falta de transparencia”
Elena lleva más de tres años trabajando en Plaza Chica en Cervera. La falta de transparencia sobre todo lo que está pasando y la incertidumbre sobre el futuro es lo que peor llevan. “Es una situación que nadie se esperaba porque la empresa iba bien y teníamos mucho trabajo”.
A eso se suma la problemática de la zona en la que viven. “No es un lugar en el que haya demasiada oferta de trabajo. Hay mucha gente que están casi con 60 años y muchos sin coche para poder trasladarse a otras zonas”, se lamenta pensando en que la situación pueda no arreglarse y terminen perdiendo sus puestos de trabajo. “Vamos a luchar con uñas y dientes por ellos”, adelanta explicando que “todo es muy raro”.
“Después de la presencia de la Guardia Civil en las instalaciones seguimos trabajando con normalidad, por eso pensamos que no era nada demasiado grave”. Ahora se encuentran en un permiso remunerado hasta el 31 de enero y un ERTE a la vuelta de la esquina. “Da mucha pena porque además el ambiente entre los trabajadores es inmejorable. Estábamos todos muy contentos con el trabajo”.
