La calle Duquesa de la Victoria ha vuelto a acaparar conversaciones entre los logroñeses que llevan en su interior su particular edil de Urbanismo. Pero a veces sucede que los árboles no permiten ver el bosque y que el demonio se esconde en los pequeños detalles. O, si no el diablo, sí lo hace el peligro.
A eso se refiere, precisamente, un amable lector que denuncia el “peligro para ciclistas y foco de pinchazos” que se ubica en Duquesa de la Victoria sin que nadie parezca reparar en él. En concreto, advierte de la situación derivada de una de las ‘bananas’ (o reductores de velocidad) que salió días atrás proyectada frente al Instituto Sagasta, tras sufrir el impacto de algún vehículo.
Aunque la advertencia de este amable lector no se centra sobre el destino de este elemento de regulación del tráfico, que ha ido a reparar a la acera, sino de las sujeciones que lo mantenían anclado al asfalto. Porque el tornillo que fijaba la ‘banana’ sigue ahí y además tiene muy mala baba, al sobresalir de la superficie con el peligro suficiente como para provocar algún que otro traspiés indeseado.
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