El diario La Rioja cumple este lunes 135 años de historia de “periodismo para los lectores”, con el permanente propósito de “resultar útil a la sociedad a la que informa” y con “el irrenunciable empeño de contar la verdad, aunque incomode”.
Así lo destaca el diario, que pertenece al grupo Vocento, en el suplemento especial que acompaña este lunes al periódico, en el que se incluyen informaciones y artículos relacionados con los periodistas, los diseñadores e ilustradores, los lectores, la gestión, los quiosqueros, la publicidad y el marketing, entre otros.
La directora del periódico, Teresa Cobo, indica en el artículo que firma que, en la actualidad, la principal amenaza para este oficio del periodismo es que “los periodistas se rindan al desaliento y se conviertan en funcionarios de la información”.
Asegura que también es una amenaza que “las redacciones pierdan la unión, la fuerza y el entusiasmo que necesitan para ejercer un periodismo libre, crítico y valiente, riguroso, honrado y útil”.
El principal desafío de los periodistas es “demostrar que no está en venta el alma colectiva de la redacción”, señala, frente a las presiones de los poderes económicos y políticos, las dependencias financieras, el nerviosismo de las empresas editoras, la crisis de ingresos y de salarios en el sector.
También frente a la incertidumbre sobre el modelo de negocio, la dictadura de la inmediatez, el escarnio en las redes sociales, el hábito de la gratuidad en el consumo de contenidos, el conformismo y la deserción en la lectura y “tantas otras amenazas”.
“Esa es hoy nuestra pelea”, según Cobo, quien promete que “batallaremos hasta el final”, brinda a la salud del periodismo y desea “larga vida al diario La Rioja”, que fundó Facundo Martínez Zaporta y que, desde el 15 de enero de 1889, se ha editado de manera ininterrumpida.
Cobo, en otro texto dirigido a los lectores, entiende que, en esencia, el periodismo sirve para lo mismo que hace 135 años, cuando esta cabecera salió a la calle por primera vez, para “dar a conocer la verdad” y “la única verdad posible es la que se cimenta, se construye y se defiende con hechos”.
“No pretendemos ser complacientes, sino fiables” y “sabemos que, en ocasiones, podemos incomodar a nuestra audiencia, pero ese es el precio del compromiso con la verdad”, indica la directora.
