La falta de relevo generacional y la escasez de panaderos en las zonas rurales son los principales problemas que afronta el sector de la panadería en España, tras el cierre de 623 establecimientos en los pueblos durante el año pasado.
Así lo ha detallado este miércoles el presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (CEOPPAN), Eduardo Villar, quien ha recibido en su horno de Logroño a la consejera de Agricultura del Gobierno de La Rioja, Noemí Manzanos.
“No tenemos profesionales para trabajar en este oficio, muy poca gente se quiere involucrar, y con el despoblamiento rural, las panaderías de los pueblos están cerrando y existe un verdadero problema de suministro de pan”, ha subrayado Villar.
En los pequeños pueblos, la población está muy envejecida y no hay apenas demanda en invierno, por lo que ha instado a Manzanos a buscar una solución para facilitar el suministro de pan en estas localidades, algo que frecuentemente solicitan sus alcaldes.
Sin embargo, ha precisado que en los últimos meses se han abierto panaderías en las grandes ciudades, ya que en Madrid y Barcelona se han instalado panaderos franceses.
Según sus datos, el sector agrupa en el país a unas 12.000 pequeñas y medianas empresas que emplean a unos 190.000 trabajadores. Además, ha resaltado que la panadería está muy vinculada al canal Horeca, de cafeterías y restaurantes, y a la gastronomía en general.
Por ello, ha recordado, CEOPPAN recibió el pasado mes de octubre el Premio Extraordinario ‘Alimentos de España, “como guiño a la labor que realizan las panaderías”.
Villar, quien también preside la Asociación Riojana de Fabricantes y Expendedores de Pan (ARFEPAN), ha dicho que en La Rioja hay actualmente 43 panaderías asociadas, que “no han repercutido en el consumidor la bestial subida de precios de las materias primas”.
Ha animado a los ciudadanos a consumir el pan y, en esta época, los típicos dulces navideños, en las panaderías y pastelerías artesanas de sus pueblos o en los establecimientos de los barrios, como forma de mantener la economía local.
Por su parte, Manzanos ha detallado que, entre las marcas de calidad de los productos agroalimentarios de La Rioja, hay una distinción para el pan sobado.
Además, ha agregado que los ciudadanos pueden disfrutar en estas fechas en sus mesas de otros alimentos de calidad, como las peras de Rincón de Soto bañadas en vino de Rioja, la alubia de Anguiano y los caldos riojanos.
“El apoyo del Gobierno de La Rioja a todas estas indicaciones geográficas protegidas, marcas de calidad y denominaciones de origen es total”, ha concluido.
