Agricultura

La remolacha da un paso más en la innovación para el control de plagas

La organización agraria ARAG-ASAJA en colaboración con la Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera (AIMCRA) continúa participando también este año en un estudio que trata de encontrar soluciones al control de plagas en la remolacha ante la prohibición del uso de neonicotinoides. El objetivo es garantizar la rentabilidad del cultivo de la remolacha en la zona norte de España.

En este sentido, la decisión del Ministerio de Agricultura, siguiendo las instrucciones de Europa de prohibir el uso de estas sustancias utilizadas para proteger al cultivo frente a insectos, parásitos y plagas, ha unido al sector remolachero para trabajar en la búsqueda de alternativas viables que permitan seguir cultivando remolacha con la misma eficacia que tenía hasta ahora este tipo de insecticidas.

Para ello, durante esta campaña el proyecto ha seleccionado campos demostrativos en Castañares de Rioja y Casalarreina en los que se están realizando diferentes estudios en base a estos objetivos:

– Nuevo manejo del cultivo de la remolacha azucarera sin la utilización de insecticidas neonicotinoides para el control de plagas.

– Establecimiento de trampas y una red de alertas que permita detectar la aparición de la plaga en las primeras fases.

– Evaluación de la eficacia de insecticidas foliares autorizados para el control de especies de pulgón transmisoras de la amarillez virosa de la remolacha.

– Evaluación de la resistencia a la amarillez virosa y rendimiento de nuevas variedades de remolacha.

Además, a lo largo de esta campaña, los técnicos de ARAG-ASAJA han formado a los agricultores en el manejo de herramientas como la red de avisos y la correcta identificación de las plagas y realización de los tratamientos.

Inicio campaña remolacha

Por otro lado, la campaña de remolacha ya ha comenzado en La Rioja con el arranque de las primeras parcelas tras la apertura el pasado martes, 24 de octubre, de la fábrica de Azucarera en Miranda de Ebro.

En estas primeras entregas de remolacha, la polarización está siendo más baja que en anteriores campañas, aunque el peso de la remolacha ha evolucionado favorablemente. La incidencia de enfermedades como la cercospora se ha incrementado a partir del mes de septiembre, provocando una rápida proliferación del hongo en muchas parcelas.

En la presente campaña se ha recuperado parte de la superficie perdida los últimos años debido al aumento del precio pagado al cultivador y al control de las enfermedades foliares con las nuevas variedades resistentes a cercospora. Actualmente, se dedican al cultivo de la remolacha en La Rioja Alta aproximadamente 70 cultivadores con una superficie de 670 hectáreas.

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