La Rioja

UNIR lanza un programa que ayuda a los adolescentes a “dejar” el porno

El programa de autoayuda online ‘Cómo dejarlo’ está dirigido a adolescentes de entre 16 y 24 años que consumen pornografía de forma excesiva, compulsiva o problemática, quienes pueden participar voluntariamente en sesiones anónimas y gratuitas, basadas en terapias cognitivas y atención plena (mindfulness).

Este programa, puesto en marcha por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), estudiará las repercusiones psicológicas y sociales del consumo de contenido sexual explícito, lo que ayudará a determinar qué grado de vinculación puede tener con problemas más graves, como el acoso o las agresiones sexuales.

‘Cómo Dejarlo’, que ofrece una ayuda basada en la investigación científica, dura seis semanas y permite a sus usuarios enfrentarse a situaciones problemáticas, como el deseo de consumo excesivo de contenido pornográfico; así como identificar y resolver situaciones de riesgo, ha detallado este martes UNIR.

Consta de varios módulos terapéuticos, basados en técnicas propias de terapia cognitivo conductual; entrevista motivacional y el mindfulness. Está basado en programas similares que ya se han llevado a cabo en otros países y en los que participa la Universidad Eötvös Loránd de Hungría y el Instituto Suizo de Investigación para la Salud Pública.

En España, esta iniciativa parte del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de UNIR, donde el Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales lidera del proyecto.

Atención clínica

Su investigadora principal, Gemma Mestre-Bach, ha indicado que, “para algunas personas, el consumo de pornografía puede convertirse en un problema que requiere atención clínica”. Según estudios internacionales, esta situación se presenta entre el 5 y el 14 por ciento de los adolescentes de entre 14 a 19 años, por el consumo de forma excesiva, compulsiva o problemática, ha detallado.

También ha indicado que, “aunque muchos jóvenes, sobre todo chicos, sospechan que están dedicando demasiado tiempo a ver pornografía, no saben hasta qué punto es así” e “ignoran qué problemas puede acarrearles en su vida sexual y en otras áreas del comportamiento”. La herramienta ‘Cómo dejarlo’ les sirve para “salir de dudas y pedir ayuda si verdaderamente la necesitan”, ha afirmado.

Giulia Testa, otra investigadora de este proyecto de UNIR, ha señalado que, “aunque el consumo problemático de la pornografía todavía no se ha catalogado como conducta adictiva, puede llegar a ser una conducta problemática” y “presentar manifestaciones para considerarse una adicción comportamental”.

“Queda mucho por saber respecto a este tema”, ha dicho, y “los científicos vemos comportamientos sociales que podrían estar asociados al uso problemático de contenido sexualmente explícito”, por lo que es importante que se mantenga la investigación para abordarlo desde un prisma profesional.

Acceso a edades más tempranas

UNIR ha detallado que, según los datos del informe publicado por Save the Children en 2020, la edad media de inicio para el uso de pornografía es de 12 años, aunque se señala que la exposición ocurre a edades cada vez más tempranas con niños que tienen su primer contacto con la pornografía online entre los 9 y los 11 años.

Además, estudios recientes señalan que el 97,3 por ciento de los varones adolescentes entre 12 y 17 años han buscado pornografía alguna vez, frente al 78,3 por ciento de las chicas. Sin embargo, “la edad del primer contacto con la pornografía puede ser incluso anterior, pues cada vez más niños acceden a edades más tempranas a internet desde dispositivos electrónicos”, según Mestre-Bach.

Para ella, debido a que la exposición de los adolescentes y adultos jóvenes a los materiales pornográficos se ha incrementado mucho en los últimos años, “resulta imprescindible desarrollar intervenciones eficaces que permitan sensibilizar a la población joven sobre el uso problemático de la pornografía”; así como “darles las herramientas para afrontar sus consecuencias”.

Dentro del Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales también participan en el proyecto ‘Cómo Dejarlo’ el psiquiatra Carlos Chiclana y el psicólogo Alejandro Villena.

Subir