Suma y sigue. La UD Logroñés sigue analizando los daños ocasionados por el inesperado descenso a Segunda Federación el curso pasado. Y en lo social, el club sigue demostrando buena salud porque a falta de diez días para el inicio de la temporada regular el próximo 3 de septiembre son ya 2.500 abonados los que han retirado ya su carnet acudiendo a las nuevas oficinas de la entidad en la ciudad deportiva.
Satisfacción en la entidad por la respuesta que está recibiendo de sus más fieles, que han observado al mismo tiempo que el club quiere hacer bien las cosas tras los errores cometidos en la temporada anterior. La llegada de Carlos Lasheras fue la primera gran señal. Después, como segunda prueba, la llegada de Diego Martínez y por último la puesta sobre la mesa de un presupuesto lo suficientemente generoso para confeccionar una plantilla competitiva como se ha podido ver durante esta ya pasada pretemporada.
La UD Logroñés seguirá siendo una temporada más el club más popular de la región. Ha alcanzado ya los 2.500 abonados y espera que hasta San Mateo la cuenta no deje de aumentar siempre y cuando el inicio de la temporada sea positivo en cuanto a los resultados. Se trata de ilusionar de nuevo a una afición que poco a poco se va sacando de encima el mal sabor de boca del curso pasado cuando algo más de 4.500 personas se abonador a la entidad blanquirroja.
