Se avecina una vendimia sonada en Rioja. La bodega Campo Viejo, perteneciente al grupo vitivinícola Pernod Ricard Winemakers Spain (el que mayor volumen de uva y vino mueve en la Denominación y compra en torno al diez por ciento de uva de Rioja) ha establecido el rango de precios para esta cosecha entre los 73 y 78 céntimos para la uva tinta y de 56 a 61 céntimos para la blanca.
Unas cifras que han movilizado el mercado en el resto de empresas vitnícolas de la denominación que todavía no han hecho públicos los precios de sus operaciones de compra-venta. Cabe recordar que el Gobierno de La Rioja ya actualizó esta semana los costes unitarios de producción de la campaña 2022 sobre los que deberían situarse los contratos de uva (0,69 céntimos por kilo de tinta en vaso y 0,71 para las uvas en espaldera).
Sin embargo, el panorama que dibuja esta próxima vendimia no es igual de satisfactorio en todos los escenarios. En las cooperativas tampoco corren buenos tiempos. Algunas barajan precios de entre 50 y 55 céntimos el kilo de uva, con un primer pago de 15 céntimos, para cobrar el resto cuando se haya vendido el vino, asunto que por el momento no es tarea sencilla. Mientras, el sindicato agrario UAGR-COAG denunciaba este viernes que en los últimos meses se habrían formalizado operaciones de compra-venta de vino a 10 euros la cántara, “especulación que incumple claramente la Ley de la Cadena”.
Lo que también inclumpliría la Ley de la Cadena son las operaciones a 40 céntimos con las que se había especulado semanas atrás en La Rioja Alta. Pese al revuelo que causaron esas informaciones, con el paso de las semanas se ha constatado que esas cifras habrían surgido en una conversación informal entre una bodega de la comarca y sus proveedores ante la posibilidad de que la uva se quedara en el campo. Esta situación dista mucho de ser generalizada, pese a la caída de precios, y con los que ha fijado AGE se tranquiliza en gran medida al sector viticultor.
El nerviosismo que inunda el sector también responde a la cantidad de uva que se quedará en el campo esta cosecha. Pernod Ricard ajustará la cuerda y limitará los rendimientos al 83 por ciento en las uvas tintas (las blancas se mantienen al cien por cien) en la bodega de Fuenmayor, tal como avanzaba este jueves Diario La Rioja. un porcentaje que equivale a 5.395 kilos por hectárea. Para el resto de zonas, asegura la compañía, la cifra “será inferior y se les comunicará a los viticultores”, aunque no concretan cuánto. “Seguimos tratando de maximizar la elaboración de vino y lo hacemos en base a la capacidad disponible en nuestras instalaciones”, apuntan.
Meses atrás, el grupo bodeguero confirmaba a este periódico que estaba sobre la mesa la posibilidad de recoger el 80 por ciento de la producción de uvas tintas, lo que equivale a 5.200 kilos por hectárea, pero finalmente la cifra ha crecido ligeramente, aunque se mantiene lejos de los rendimientos amparados por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja, del 90 por ciento para las uvas tintas, para esta y la próxima campaña.
“Vamos a velar, como hemos hecho siempre, por la rentabilidad agraria del viticultor. Esta circunstancia es puntual y coyuntural, así que una vez tengamos equilibradas las existencias y las ventas, trataremos de volver a los volúmenes de elaboración que veníamos haciendo en las últimas campañas y trataremos de contar con todo el viñedo vinculado a nuestras bodegas que disponemos hoy”, señalaban fuentes de Pernod Ricard a principios de año, al tiempo que anunciaban que el grupo “no puede renovar todos los contratos que vencieron tras la vendimia 2022”.
De hecho, la compañía ya advirtió a sus proveedores el pasado mes de abril que barajaran otras bodegas donde llevar sus uvas, así como apostar por la cosecha en verde. En el total de la comunidad se han acogido 319 viticultores que han aportado un total de 985 hectáreas, lo que representan el 2,1 por ciento del viñedo riojano.
