Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE) facturó 125 millones en 2022 y obtuvo un beneficio neto de 27,7 millones. Esto supone un crecimiento del 5 por ciento en sus ventas y un 11,2 por ciento en las ganancias, fundamentalmente por el tirón de la exportación (supone dos tercios del negocio).
El CEO del grupo vinícola, Víctor Urrutia, ha explicado en el diario económico Expansión que prevé un crecimiento del 10 por ciento en 2023, “aunque está siendo un año complicado para el sector”, por la diversificación del negocio en el extranjero.
Urrutia centra el buen momento de CVNE en un cambio en el “mix de ventas” al vender vinos de más valor y desarrollar nuevos proyectos como La Val, una bodega de la DO Rías Baixas situada en Salvaterra de Miño, en el Condado de Tea. Se trata de la octava del grupo y la primera de la familia de vinos albariños.
El grupo cuenta con cuatro bodegas en Rioja (CVNE, Imperial, Viña Real y Contino) y tiene presencia en otras tres denominaciones de origen: Virgen del Galir en Valdeorras; Bela en Ribera del Duero; y Roger Goulart en Cava. Además, según los datos aportados a Expansión, actualmente ya suma 794 hectáreas de viñedo propio “en las mejores ubicaciones”.
“Esta iniciativa forma parte del objetivo de CVNE de estar presente en las zonas vitivinícolas más relevantes del país. Como Compañía que apuesta por el sector del vino, contamos con la ilusión y con el objetivo de hacernos visibles y fuertes en las zonas vinícolas de España por antonomasia”, indicaba Urrutia.
