La portavoz del Ejecutivo municipal de Logroño, Celia Sanz, ha informado este miércoles en rueda de prensa sobre la ampliación del plazo en las obras del mercado de San Blas. La Plaza de Abastos, entre otros asuntos aprobados por la Junta de Gobierno Local, verá ampliada su reforma en una prórroga de 94 días (tres meses). Además, la empresa adjudicataria se ha comprometido a terminar con la reforma antes de 1 de octubre de 2023.
Los trabajos realizados, previstos para un tiempo y ritmo concretos, se han visto afectados por unas inundaciones que, desde el inicio de las obras, se han instaurado en los muros de hormigón. Debido a que las obras se tienen que realizar con el mercado en marcha, de cara al público y con todos los comerciantes en sus puestos, para mantener la actividad del edificio, se ha tenido que revisar la ejecución de las distintas unidades de obras. Estas, principalmente, afectan a los suministros de agua y electricidad. El objetivo es ofrecer una mayor seguridad en este ámbito y compatibilidad con el mantenimiento de la actividad en el mercado.
También, tal y como ha comentado Sanz, “estamos pendientes de que Iberdrola habilite el suministro provisional de energía eléctrica para que el Centro de Transformación que está en el sótano se pueda dejar sin servicio y así poder acometer las obras en el espacio que ocupa dicho centro”. Asimismo, debido a la existencia de agua en el foso del nuevo ascensor de la calle Hermanos Moroy y el inicio de la canalización de la calle Peso, la portavoz del Ejecutivo ha recalcado que “tampoco se pueden hacer las derivaciones individuales de suministro a los puestos del mercado desde el nuevo cuarto de contadores que ya tenemos preparado a expensas de la compañía suministradora”.
Después de una modificación de las obras pendiente de resolución por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha detallado Sanz, el director de las obras “llevará a cabo su trabajo de forma que se favorezca a todos los agentes afectados, comerciantes de la plaza, establecimientos comerciales del entorno, hostelería, zona turística, además de vecinos y ciudadanos, sufran las menores consecuencias provocadas por esta rehabilitación”.
