Gastronomía

MarisGalicia apura su último fin de semana en Logroño

MarisGalicia llega a su segundo y último fin de semana en Logroño para disfrute de los amantes de la cocina del mar. La Plaza de Toros acoge desde hace días un gran comedor de 1.500 metros cuadrados con capacidad para más de 1.000 personas, cocinas, puestos de venta y escenario para la celebración del gran espectáculo del Conxuro de la Queimada.

El viernes y el sábado abrirá de 13 a 16:30 y de 20 a 23 horas, mientras que el domingo estará sólo en horario de comida (de 13 a 16;30 horas). En el interior de la Plaza de Toros se han instalado los diferentes puestos para adquirir los platos ya cocinados. También hay numerosas mesas y sillas ofreciendo total comodidad a los comensales.

MarisGalicia maneja unas cifras de infarto: 40 toneladas de marisco y 15.000 botellas de albariño. Bogavantes que saltan vivitos y coleando antes de llegar a la plancha, percebes del tamaño de un dedo pulgar, cigalitas que se deshacen en la boca, los mejores pulpos del Atlántico o jugosas patas de centollo que, con unas buenas tenazas y algo de habilidad, hacen que el público se derrita.

Todo ello regado con los ricos caldos gallegos y a unos precios muy populares para que nadie se quede en casa. Consejo para los visitantes: “Lleva buen apetito, olvídate del reloj y disfruta de este festín culinario que tendrá como protagonistas a los mejores productos recién llegados de nuestras costas y algunas sorpresas más”.

El funcionamiento

Nada más llegar al evento, solo es necesario hacerse con la hoja de pedido. A continuación, es posible recorrer las instalaciones y echar un ojo a los manjares que se están cocinando a la vista para confeccionar el menú que más seduzca a los visitantes.

En total, son seis grandes stands que incluyen la panadería, con empanadas, tartas y el clásico pan gallego; el puesto de arroces, donde los maestros arroceros preparan con mimo recetas tradicionales; la pulpería, el espacio de plancha y cocidos, con un vivero en el que puedes elegir la pieza que quieres comer; un bar con vinos y licores y la zona de recuerdos.

Con todas las viandas en poder los comensales, solo queda acomodarse para dar rienda suelta al paladar, chupar las cabezas de los langostinos y las patitas de las nécoras, apurar hasta el último grano de arroz de mariscos y regarlo todo con una buena botella de albariño o ribeiro.

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