La Rioja

Logroño abre su cuarta zona de esparcimiento canino

La zona de esparcimiento canino del parque Gallarza ya puede utilizarse desde este viernes. Se trata de la cuarta en abrirse al público en Logroño tras las ubicadas en el parque de los Enamorados, el parque del Carmen y el parque de La Ribera.

También se adecuan actualmente otras cinco, en los parques de la Concordia, San Miguel, Rosalía de Castro y en las plazas Primero de Mayo y Las Chiribitas, que entrarán en funcionamiento de forma progresiva según finalice su construcción, a lo largo de los próximos meses y de cuyas aperturas se informará previamente.

La parcela de esparcimiento canino del parque Gallarza tiene 356 metros cuadrados y se ubica en una de las aristas de la plaza, colindante con la calle Menéndez Pelayo. Esta zona dispone de doble puerta de acceso, además de diverso mobiliario como papeleras para residuos caninos, una fuente bebedera para perros de acero inoxidable, banco, así como una casa para pájaros de madera. También se han llevado a cabo mejoras en la red de abastecimiento de agua a la parcela y en las redes de saneamiento. Se han instalado aspersores en la zona donde antes existía un pipicán, que ha sido retirado.

 

Asimismo, se ha plantado un área de arbustos aromáticos de diversas especies (tomillo, romero, santolina, etc.) para la estimulación olfativa de los canes y también se han mejorado diversos elementos de la red de alumbrado público en la zona. Al igual que el resto de zonas puestas ya en servicio, la del parque Gallarza también cuenta con cartelería explicativa de las normas de uso.

La construcción de las nueve zonas de esparcimiento canino en Logroño son parte fundamental del Plan Director de Zonas de Esparcimiento Canino, aprobado por el Ayuntamiento de Logroño y que ha supuesto que la ciudad sea la primera en contar con esta planificación de espacios de la ciudad en los que los perros pueden circular libremente, en condiciones dignas, lo que redunda en una mejor convivencia entre el vecindario y los aproximadamente 18 000 perros que viven actualmente en Logroño.

Las nueve zonas de esparcimiento

El mapa de localización de las parcelas se ha realizado de forma que cubra de forma eficiente la mayor parte de las zonas de la ciudad. De este modo, las nueve zonas están distribuidas por toda la geografía urbana, en otras tantas parcelas ubicadas en el Parque de La Ribera, el Parque de la Concordia, el Parque de los Enamorados, el Parque de San Miguel, el Parque Rosalía de Castro, la Plaza Primero de Mayo, el Parque Gallarza, el Parque del Carmen y la Plaza de las Chiribitas.

La ubicación y el tipo de zona de esparcimiento ha sido establecido en el Plan Director de Zonas de Esparcimiento Canino (ZEC) y ha tenido en cuenta diversos aspectos para determinar su localización, como por ejemplo una encuesta realizada a las personas tenedoras de perros, así como estudios y análisis del censo canino y de la densidad poblacional de Logroño para extraer información acerca de cuáles eran las zonas con mayor necesidad de implantación de las ZEC. Además, el proyecto es resultado de un proceso participativo en el que han participado diferentes asociaciones vecinales.

Normas de uso

Estas zonas cuentan con cartelería explicativa sobre sus normas de uso, en la que se indicará, entre otras cuestiones, que el recinto es de uso exclusivo de perros y acompañantes, además de la prohibición de la entrada a hembras en celo y cachorros de menos de cuatro meses. Los animales deben estar en todo momento acompañados de su propietario o acompañante.

Además, solo pueden entrar los animales censados, identificados con microchip y que cumplan con la normativa vigente en materia higiénico-sanitaria (la Policía Local puede solicitar la acreditación de estas circunstancias). También es obligatorio recoger los excrementos que generen los perros en una bolsa, que debe ser depositada en las papeleras instaladas para ese fin, así como también se debe usar agua para minimizar los daños por orines en las instalaciones.

Las puertas de acceso a los recintos deben mantenerse siempre cerradas; no se permite que los animales caven o hagan hoyos. Asimismo, los propietarios y acompañantes tienen la obligación de vigilar y controlar a sus animales en todo momento y evitar molestias que puedan ocasionar a otros perros o personas. Los perros catalogados como potencialmente peligrosos tienen que ir sujetos con correa y con bozal y entre las 23:00 y las 7:00 horas se evitará que los perros ladren, entre otras normas.

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