Es la una y media de la tarde de una calurosa jornada primaveral, tratándose de La Rioja. Hora crítica en lo gastronómico, por aquello de medir bien la ingesta en el almuerzo y no llegar saturado a la hora de comer. María Jiménez, que se confiesa “más de vermú”, aguarda a las puertas de La Carbonera, en María Teresa Gil de Gárate, un espacio elegido por la candidata de Vox en Logroño “porque es un restaurante típico de la ciudad, de los de hace muchísimo tiempo, en el que se come muy bien y donde hay buen vino”.
Una botella de Bodegas Campillo comienza a llenar las copas mientras el camarero sirve unas croquetas de jamón y una suave música instrumental ameniza las charlas en el local. Como la de un grupo de simpatizantes de la formación que reciben a la candidata al grito de “¡Viva Santi!”.
FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.
– Hace apenas cuatro meses que Vox la designó como candidata, lo que la convierte en la contendiente con menos experiencia en las municipales en Logroño. Así las cosas, ¿quién es María Jiménez?
– Pues soy una persona normal y corriente, madre de familia, trabajo como autónoma [es abogada] desde hace catorce años y en este momento de mi vida he decidido ser parte activa porque no me está gustando cómo se está gestionando la política.
– ¿En qué momento le comunican que es la elegida para encabezar la lista al Ayuntamiento de Logroño?
– Muy poquito antes de que se hiciera público. Me lo planteó el Comité Ejecutivo y al principio, lógicamente, me quedé algo impactada y dije que tenía que meditarlo un poco y finalmente di el ‘sí’. Me pilló justo en ese momento en que quería formar parte activa de la política, así que tampoco me llevó demasiado tiempo pensarlo.
– Respóndame con la cabeza, no con el corazón: ¿Qué expectativas tienen de cara a las municipales del 28 de mayo?
– La gente quiere cambio. No me voy a arriesgar a asegurar que vamos a entrar seguro en el Ayuntamiento, pero creo que este es el año. De momento no tenemos encuestas internas y no nos dejamos llevar por las que salen en prensa porque no considero que sean totalmente veraces. Lo que sí notamos es el cariño de la gente por la calle; nos dan ánimos y nos dicen que confían en nosotros.
FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.
– Si dependiera de usted, ¿cómo sería Logroño en 2027?
– Me gustaría que Logroño recuperase la identidad que ha tenido siempre, que vuelva a ser una ciudad de estar en la calle, con un comercio próspero, con una hostelería que funciona y con vecinos con dinero en el bolsillo para poder gastar. No me gusta ver la ciudad con locales vacíos y con sus barrios abandonados. Pero, desde luego, lo que espero es que de aquí a cuatro años podamos revertir la chapuza urbanística que ha hecho este Ayuntamiento con ‘Calles Abiertas’.
– ¿Y cómo piensan hacerlo?
– Logroño no merece este proyecto, no encaja con nuestra forma de sentir y en la medida de lo posible lo revertiremos.
– ¿En la medida de lo posible?
– Digo en la medida de lo posible porque, lógicamente, una vez que entremos habrá que ver cómo están las cosas. Pero nuestro fin es volver a dejar la ciudad como estaba antes, que se pueda aparcar.
– Revertir esas obras requerirá de un amplio desembolso para las arcas municipales.
– Ese es el problema, pero sí que es cierto que en un momento dado habría que devolver los fondos europeos, que no es tanto como la gente piensa. Se pueden volver a solicitar con un proyecto más acorde a lo que tiene que ser la ciudad.
– 2019 fue el momento en el que Vox obtuvo sus mejores resultados electorales en España, con un 15 por ciento de votos en las generales. En cambio, en Logroño apenas pudieron reunir un 4 por ciento de los mismos, solo por delante de los resultados en Navarra: ¿a qué lo atribuyen?
– Quizás por entonces el proyecto de Vox estaba aún estigmatizado. Todavía había gente que pensaba que en Vox éramos unos machistas y unos racistas, unido a que el partido no tenía un equipo tan sólido como el que tenemos ahora, en el que todos remamos en la misma dirección.
– Entonces solo consiguieron una concejalía en toda La Rioja, la de Maite Arnedo en Calahorra. ¿Qué expectativas tienen para este año?
– Las de entrar en muchos ayuntamientos.
FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.
– Habla de problemas internos, ¿cómo se han resuelto en La Rioja?
– Hubo gente que salió del partido y entró otra nueva con ganas de trabajar, de hacer las cosas bien y en esas estamos hoy.
– ¿Cómo puede afectar la concurrencia de Por La Rioja, con Alberto Bretón como cabeza de lista, en el tablero político logroñés?
– Creo que, si afecta, lo hará al Partido Popular. El proyecto lo integran personas desencantadas con el PP y nuestras ideas son totalmente diferentes. Nuestros votantes son bastante más fieles y tienen muy claro qué es lo que queremos y qué es lo que lo que queremos hacer por ellos.
– ¿Qué diferencias han notado a la hora de estar con la gente respecto a la campaña de 2019?
– Al final solo queremos que se nos escuche. El mensaje que trasladan los medios está muy estigmatizado: dicen que somos fachas, que somos ultraderechistas… Pero cuando hablas con la gente y les trasladas tus ideas se dan cuenta de que nuestro mensaje es el del sentido común: luchar por los ciudadanos, por las familias y por la ciudad. Ahí se dan cuenta de que no estamos tan locos como pensaban.
– ¿Cómo han planteado su estrategia de campaña?
– Como no salimos en los medios porque nos ignoran, optamos por hacer mucha calle, recorriendo barrio a barrio para que los vecinos nos trasladen sus demandas y necesidades. Optamos por la escucha activa.
FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.
– ¿Cómo valoran la gestión de oposición que ha realizado el Partido Popular en los últimos cuatro años?
– Ha sido una labor nula, no ha habido labor de oposición. En un momento dado salen a los medios a criticar las políticas del Ayuntamiento pero luego, a la hora de la verdad, van unidos y no han hecho nada para revertir las políticas municipales. Y, por supuesto, las políticas basadas en la Agenda 2030 ni las admitimos ni las queremos.
– ¿Tienen intención de mantener la Concejalía de Igualdad, en caso de formar parte del Gobierno municipal?
– Creemos que hay cosas bastante más importantes a las que dedicar el dinero de los ciudadanos. En lugar de comprar 40.000 banderitas moradas hay cosas más importantes en las que un ayuntamiento puede ayudar.
– En el Ayuntamiento de Logroño hay un conflicto casi histórico con la Policía Local, ¿cómo lo gestionarían ustedes?
– Desde Vox siempre hemos defendido, ayudado y apoyado a las fuerzas de seguridad porque hacen una labor indispensable para la ciudad. El Consistorio ha gestionado fatal esta cuestión, propiciando que muchos días haya habido un solo policía en la calle y que en actos multitudinarios como el lanzamiento del cohete de las fiestas de San Mateo no hubiera agentes suficientes.
– Desde 2015 en adelante se ha demostrado que lo verdaderamente importante en unas elecciones no es tanto cosechar más votos que el contrario, sino tener la capacidad de reunir los apoyos para gobernar. ¿Cuáles son sus líneas rojas en una hipotética negociación.
– Está claro que con un partido de izquierdas no vamos a negociar nunca, ni tampoco vamos a llegar a ningún pacto. Cuando tengamos los resultados sobre la mesa veremos, pero tenemos claro que Vox no va a ser el farero de nadie; las líneas rojas de nuestros programas se van a tener que cumplir.
FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.
– Desde el PP llevan deslizando en las últimas semanas su intención de no tener que recurrir a los apoyos de Vox para formar gobierno, ¿se sienten incómodos?
– Para nada. Al final están demostrando lo que es el Partido Popular: un partido que comenzó siendo de derechas y, de seguir así, acabará siendo un partido más a la izquierda del PSOE.
– Eso evoca a la “derechita cobarde”.
– Totalmente.
– Entremos por último en harina. Mójense en lo que verdaderamente preocupa a los logroñeses: ¿a qué artista traerían para actuar en las fiestas de San Mateo?
– Si puedo elegir, me encanta Morat.
– A modo de ‘minuto de oro’, ¿por qué deberían los vecinos de Logroño confiar en su candidatura?
– Porque somos el único partido que puede cambiar las cosas a día de hoy. No hacemos las cosas a medias tintas: lo que decimos, lo cumplimos, y el ejemplo lo tienen en Castilla y León, donde ha bajado el paro y se ha ayudado más a las familias con políticas sociales.
No somos políticos como tal y, por tanto, no hemos venido a por una silla. Si nos hemos embarcado en este proyecto es porque queremos cambiar las cosas y los dos grandes partidos no han demostrado que puedan hacerlo.
