Pilar Mazo.- ChatGPT, un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por inteligencia artificial, es “el futuro de la comunicación política”, al aunar de una forma “potente” las herramientas que ya existen e incorporar aspectos que “pueden facilitar y mejorar mucho las estrategias en política”.
Así lo ha detallado a EFE la directora del Máster en Comunicación y Marketing Político de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Rocío Gutiérrez Díaz, quien analiza la evolución de las campañas electorales, que han pasado de los grandes mítines al micromarketing político.
El ChatGPT, a diferencia de una red social, permite crear contenido completo, gestionar y mejorar la eficiencia y el trabajo en equipo, ha explicado. En comunicación política, esta herramienta facilitará responder a preguntas y mensajes de una forma automatizada, llegar a una audiencia mucho más amplia y personalizada y generar contenido automatizado al permitir escribir, incluso, discursos, analizar datos, proporcionar informes y estadísticas en tiempo real.
En la actualidad, ha indicado, muchos políticos y empresas han comenzado a investigar el ChatGPT, aunque “llega muy justo” para las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, incluso para las generales de este año.
Mensajes en tiempo real
Sin embargo, todas las miradas en comunicación política están puestas en esta herramienta de diálogo, basada en inteligencia artificial, ya que, aunque “tardará un poco en implantarse”, es “la revolución en la comunicación política”.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Es así porque permitirá a los partidos políticos, a los candidatos, a sus equipos de campaña y de comunicación y a sus consultores interactuar de una manera “muchísimo más efectiva con la audiencia y, en línea”, incluso en la comunicación permanente de los gobiernos, ha detallado.
Gutiérrez Díaz también se ha referido a los nuevos canales de captación de voto, hasta qué punto son determinantes las redes sociales y cómo se utilizan éstas y otras herramientas del marketing político en el contexto local frente al nacional, en esta carrera por el voto, de cara a los comicios del 28 de mayo.
La evolución de las campañas electorales “ha sido bastante rápida, sigue evolucionando”; aunque el ecosistema digital “ha cambiado muchísimo” en cuanto a la forma en la que comunican los políticos, los candidatos, los partidos y los gobiernos con sus electores, ha añadido esta licenciada en Periodismo y doctora en Comunicación.
La forma de hacer el marketing político “se ha reinventado”; las redes sociales ejercen una influencia “muy potente” en este campo y las miradas están muy focalizadas, también, en todo lo relacionado con la inteligencia artificial, como lo demuestran el ChatGPT y el análisis de los datos.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Sin embargo, también afloran las “fake news” (noticias falsas o falseadas al tipo de bulo), que “han hecho tanto daño” en las campañas electorales, se ha lamentado.
Las redes sociales, primordiales
Desde su punto de vista, este avance en la comunicación y el marketing político no significa que no sean necesarios los mítines o los debates electorales, pero los canales de difusión son más amplios, los medios de comunicación tienen sus plataformas y las técnicas y el material audiovisual se han ampliado “mucho”.
Actualmente, colgar un “post” (una nota o mensaje en una red social), una fotografía o un vídeo en Twitter para transmitir un acto en tiempo real o hacerlo en Youtube “se ha convertido en algo primordial porque existe más de un canal”, ha señalado.
Se ha pasado de “un marketing político 1.0, muy tentado en los mítines, debates o en la comunicación unidireccional; al marketing político 2.0, basado en la comunicación multidireccional o pluridireccional, en la que los candidatos interactúan con los usuarios”.
Las redes sociales, como Twitter, Instagram y Facebook, son “fundamentales en la comunicación política y en la captación de voto”, aunque los perfiles de usuario son distintos y, por lo tanto, los mensajes también deben considerar este aspecto.
Junto a las redes sociales, la mensajería de WhatsApp y la geolocalización son otras herramientas “importantes” en la captación de voto.
La geolocalización, por ejemplo, permite “conocer muy bien al electorado, ya que el micromarketing político trata de saber, en profundidad, las características de grupos muy pequeños para impactar con esos mensajes”, ha concluido.
