Agricultura

Clara Espinosa: “La sequía no ha alterado la calidad de nuestros aceites”

Clara Espinosa, presidenta de la DOP Aceite de La Rioja. | Foto: EFE/ Raquel Manzares.

El Aceite de La Rioja ha vuelto a pisar el centro de la capital para inundar de aromas la Plaza Once de Junio con la celebración de la VII Jornada y dar a conocer los nuevos aceites de la cosecha 2022. Bajo el lema ‘¡Qué vida! Aceite de La Rioja, toma pan y moja’, la presidenta de la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja, Clara Espinosa, ha reconocido la importante labor de los productores un año más.

– La cosecha 2022 ha dejado unos 2,5 millones de kilos de oliva molturados, mejorando las perspectivas que había inicialmente a pie de campo. ¿Cómo valora los aceites que han resultado de ella?

– El 2022 ha sido un año complicado para el desarrollo del olivo que afectó a la producción de Aceite de La Rioja con una merma de la cosecha, pero no de la calidad. Las inclemencias del tiempo no afectaron a la calidad del fruto, que llegó al momento de recolección en un buen estado sanitario, tal y como se ha reflejado en los aceites de la campaña. Si añadimos el empeño de los productores por conseguir la máxima calidad, el resultado es un aceite extraordinario que mantiene los estándares de anteriores campañas.

– ¿Cómo ha podido influir la sequía de 2022 en el aceite resultante?

– Los matices aromáticos y los sabores del Aceite de La Rioja se mantienen con respecto a los de otros años. No obstante, es cierto que la sequía puede alterar el equilibrio de los compuestos aromáticos y de sabor en el aceite de oliva, lo que se traduce en cambios en el perfil sensorial. Estos cambios pueden incluir una mayor intensidad de sabores amargos y picantes, así como una disminución en sensación de dulzor y frutado. Por suerte, esos cambios no se han apreciado en nuestros aceites de este año y no han alterado su calidad.

FOTO: Fernando Díaz.

– De cara a esta nueva cosecha, el estrés hídrico también va a determinar el futuro del olivar de la DOP y su fruto. ¿Cómo se afrontan estos episodios de sequía y altas temperaturas? ¿Qué riesgos pueden tener para la producción y la calidad de los aceites?

– El agua es determinante para el desarrollo del olivo y de cualquier cultivo. A pesar de la resiliencia del olivo a la sequía, esta puede tener efectos muy negativos, tanto a nivel de producción como de calidad. La falta de agua en los olivares conlleva una disminución en la producción de aceituna y, en consecuencia, también de aceite. Estamos en pleno proceso de cambio climático, en el que el agua va a ser un bien escaso y preciado, y empezamos a mentalizarnos de que las cosechas pueden ser cada vez más pequeñas. Ante este panorama, la apuesta por la calidad va a ser una de las mejores armas para hacer de la producción de aceite de oliva un sector competitivo.

– Durante la Jornada del Aceite de La Rioja celebrada este viernes se han probado algunos de esos aceites. ¿Se han obtenido matices diferentes a los de la campaña anterior?

– El Aceite de La Rioja sigue teniendo los mismos matices peculiares y diferentes que le dan las características de nuestra tierra y nuestro clima. Lo que sí es cierto es que nuestras almazaras se van especializando en la producción de aceites diferentes. Además de los caldos de ‘coupage’ que siempre se han producido en La Rioja, encontramos en el mercado monovarietales de redondilla y royuela, nuestras variedades autóctonas, y también de aberquina, empeltre, hojiblanca o picual. Algunos de estos se han podido probar durante la jornada.

FOTO: Fernando Díaz.

– ¿Afronta actualmente la DOP un momento álgido en cuanto al consumo y reconocimiento de la marca y el producto?

– El consumo y reconocimiento de la marca DOP Aceite de La Rioja progresa de una manera sostenida, sí, pero de acuerdo a las características del sector.. Es indudable que cada vez está más presente en nuestras cocinas y que los consumidores lo valoran como el alimento sano y de calidad que es. Pero debemos tener en cuenta que hace 20 años el aceite producido en La Rioja se destinaba en su casi totalidad a autoconsumo y que nunca ha habido una gran producción.

– ¿En qué horizontes trabaja ahora la Denominación?

– La agricultura en general vive tiempos de cambio e incertidumbre. La coyuntura económica actual y el cambio climático están afectando a la rentabilidad del sector primario y enfrenta a los agricultores a nuevos retos para adaptarse a la situación. La diferenciación en el mercado debe buscarse a través de la elaboración de aceites de gran calidad y con características diferenciales. Esta es la dirección en la que ha trabajado el Consejo durante años, y así lo va a seguir haciendo, además de poner en valor el excelente oro líquido que se produce en la región.

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