Como agua de mayo se esperaba, sin éxito, que el puente trajera consigo las ansiadas precipitaciones que ayudasen a paliar la situación de sequía en que se halla inmersa La Rioja. A falta de lluvias, la situación en los embalses de la comunidad empeora, tras perder en los últimos siete días otros 720.000 metros cúbicos (720 millones de litros).
Según los datos aportados este martes por la Confederación Hidrográfica del Ebro, la mayor caída en volumen de agua embalsada se registra en Mansilla, que pierde 0,36 hectómetros cúbicos respecto a la semana pasada y cuenta en la actualidad con 60,3 (el 89 por ciento de su capacidad.
El González Lacasa, por su parte, cuenta hoy con 0,25 hectómetros cúbicos de agua menos que la pasada semana, para establecerse en los 19,2 (el 58,2 por ciento de su capacidad). Por último, Pajares pierde otros 0,11 hectómetros cúbicos y almacena este martes 12,7 (el 36,1 por ciento de su capacidad).
Respecto a la misma semana del pasado año, el embalse más afectado por la sequía es Pajares (con 2o,63 hectómetros cúbicos menos que hace un año), seguido por los de González Lacasa (12,66 hectómetros cúbicos menos) y Mansilla (2,89 hectómetros cúbicos menos que hace un año).
