Iberdrola generó un impacto socieconómico superior a los 61 millones de euros en la economía riojana durante 2022, según datos facilitados por la compañía. Sus compras a más de cincuenta proveedores riojanos alcanzaron los 11 millones de euros y su contribución fiscal superó los 22 millones.
Sus inversiones, que se dispararon un 12 por ciento, alcanzaron la cifra de 22 millones de euros en La Rioja. La compañía, que este viernes celebró Junta General de Accionistas, apuesta también por La Rioja, donde contribuye a la vertebración del territorio y a la creación de oportunidades industriales y de innovación en un mercado en crecimiento, con un alto componente exportador.
I-DE, la distribuidora de Iberdrola, gestiona más de 4.560 kilómetros de líneas de baja y media tensión y más de 590 de líneas de alta tensión en La Rioja, donde también cuenta con 2.542 centros de transformación en servicio y 40 subestaciones.
La distribuidora también ha mejorado un 22 por ciento la calidad del suministro eléctrico que ofrece a sus clientes riojanos a cierre de 2022, con lo que “alcanza el mejor valor a cierre de año de la historia”.
La apuesta de Iberdrola para la comunidad riojana es “seguir promoviendo sus infraestructuras de redes eléctricas”, que son “claves para garantizar la transición hacia una economía sin carbono”.
También ha asegurado que, “pese a ofrecer a sus clientes la mejor calidad del sistema, ha establecido el objetivo de mejorar su calidad de suministro un 10 por ciento para 2025”.
Entiende que esta mejora en la calidad tendrá también un impacto positivo en la asequibilidad del suministro eléctrico para los clientes y permitirá continuar mejorando el servicio.
