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Las reinas de los calcetines: veinte años añadiendo color y diversión a la vida

Veinte años no son nada, o mucho si hablamos de un comercio pequeñito, local, de esos que llaman de proximidad y que vende un único producto: calcetines. Dicho así, veinte años ya empiezan a parecer toda una vida. La idea surgió en 2003 a través de un familiar de Marisa Sáenz. “Se dedicaba a la industria del calcetín y pensamos que montar un negocio en Logroño tan específico podría ser buena idea, ya que no había ninguna semejante. Y así lo hicimos”.

Junto a Marisa, Marta Elías. Ambas suben cada día la persiana de La Calcetería, ubicada en República Argentina. Un negocio que, pese a sus dos décadas, “todavía hay gente que se sorprende y te dice: ‘Nunca me había fijado en esta tienda. Pero, ¿cuánto tiempo lleváis aquí?'”.

Cruzar la puerta de La Calcetería es sumergirte en un universo de riesgo y clasicismo, de discreción y vanguardia. Los hay de todos los colores y con todos los motivos imaginables, así es el mundo del calcetín en este local logroñés. Porque Marisa y Marta han probado a introducir otros artículos como lencería, chanclas… “Pero cuanto más metes de otras cosas, menos puedes variar tu opción estrella. En nuestro caso, el calcetín. Así que ahora calcetines y medias. Nada más”.

“Al contar con tanta variedad de un solo producto, la gente viene buscando cosas muy concretas, bien sea por un problema de salud, bien sea porque no encuentra lo que quiere en otro sitio, o porque quiere un color exacto o un dibujo determinado solo por capricho”, añaden, destacando que “esta prenda de vestir la utiliza todo el mundo, todo el año y en todas sus formas”.

Al igual que las medias y panties, que también venden. Es más, ahora hay tantas opciones que el calcetín es una prenda fundamental en todo ‘outfit’. Sin ir más lejos, solo hay que pensar en esos ejecutivos acostumbrados a sus ‘ejecutivos’ sobrios, negros o azul marino. “Ahora, incluso en ceremonias, lo que se lleva es vestir un traje serio y darle ese punto ‘chic’ con unos calcetines llamativos, de colores o con estampados divertidos”.

Una tendencia tan utilizada que, cuando piensas que ya no se puede innovar más, te sorprende con nuevos modelos. Porque tienen la capacidad de convertir un estilismo sencillo en algo distinto. Un detalle que en un principio puede pasar desapercibido “pero que ha pasado de ser una prenda oculta a convertirse incluso en protagonista del ‘look'”.

Pero los calcetines no son solo una cuestión de moda, sino de salud. “A La Calcetería llegan muchos clientes con problemas de circulación, de olor, de alergias, de rozaduras, y para cada problema hay un calcetín especial”. Sáenz y Elías confiesan que los asuntos circulatorios son los que más preocupan a la gente. “Tenemos numerosas formas de calcetín, con acabados de rulo que no aprietan, puños antipresión, o sin costuras encima de los dedos”.

Porque uno de los secretos para seguir en la lucha comercial diaria es esa precisamente: dar al cliente lo que necesita, de una forma amable y atenta. “La relación con ellos para nosotras es fundamental. Las dos intentamos hacerlo lo mejor posible, sin engañar a nadie. No se trata de vender por vender, es más, si pensamos que no le va a ir bien le desaconsejamos que se lo lleve. No por ganar una venta vamos a perder un cliente”.

Durante estos veinte años en la tienda han visto cómo el comercio, la forma de comprar y las costumbre “han cambiado mucho, y nos hemos ido adaptando”, pero por lo que no ‘han pasado’ es por el comercio online. “No tenemos ni página web ni redes sociales. Sabemos que podría favorecernos, pero hasta ahora hemos funcionado bien así y seguiremos intentándolo por el método tradicional. Aunque si tenemos que pasar por el aro, lo haremos”.

Cuentan con “la clientela de siempre” y destacan que a la gente que viene de fuera “les causa mucha curiosidad la tienda. Quizá por el colorido, quizá porque no es muy habitual en España, sí en ciudades grandes, encontrarse con una tienda solo de calcetines. Sea como sea, estamos muy orgullosas de haber apostado por esta prenda hace veinte años y seguir añadiendo color y diversión a la vida”.

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