Es el partido más fácil de la temporada. Es al menos en el que la sorpresa nunca se produce. Jugar ante el Barcelona en Liga Asobal es toparse cada temporada con el mismo muro. Y hartos ya todos de darse de cabezazos sinsentido, el asunto consiste en afrontar un partido con el carácter competitivo habitual de todo buen profesional, pero sabedores los contrarios de que el resultado, al menos la victoria, caerá del lado de siempre. Y ha vuelto a ocurrir.
En esta ocasión el BM Ciudad de Logroño ha caído 43-30 contra el Barcelona en el Palau en un encuentro, como suele suceder, que ha comenzado igualado y que se ha ido decantando del lado local con pasmosa naturalidad, hasta que de repente se mira el marcador y la cita está más que vista para sentencia. El Barcelona cose a goles a los rivales, esta vez al BM Ciudad de Logroño, y los rivales encajan los goles porque no les queda otra. Asumir la diferencia, competir siempre al máximo, pero sin perder de vista que los objetivos de la temporada están en otros lugares, nunca en Barcelona contra el Barcelona. Es lo que hay.
Foto: Víctor Salgado
El Balonmano Ciudad de Logroño ha perdido por una abultada diferencia de trece goles que ha dejado constancia de la diferencia habitual existente entre el Barça y todos los demás. Le ha tocado al equipo franjivino padecer el poder defensivo y sobre todo ofensivo -en este tipo de partidos- de los culés, que dejaron el partido visto para sentencia al descanso con el 23-16 que reflejaba el marcador.
El Ciudad de Logroño se encuentra ahora mismo inmerso en la pelea por la quinta plaza, que le daría derecho a jugar en Europa el curso que viene, objetivo que se ha marcado el equipo de Miguel Ángel Velasco para esta temporada en la que claramente está yendo de menos a más a pesar de esta contundente y hasta lógica por habitual derrota con el FC Barcelona.
