El Rioja

La monitorización de la energía se abre a las bodegas para ahorrar y ser más sostenibles

Las facturas de la luz no pasan desapercibidas para nadie y el esfuerzo de muchas empresas se centra ahora en localizar oportunidades de ahorro que puedan mermar en cierto modo el importe del recibo. Es el caso de Bodegas Franco Españolas, quien se ha adentrado en el trabajo de análisis de dichos focos de ahorro contabilizando el consumo y conociendo de dónde procede.

Todo ello de la mano de tres empresas especialistas en el sector como son Brener Energy Brokers, Ecotelia y Softwine. Esta última es la que se ha encargado de instalar en diferentes puntos de la bodega unos dispositivos conocidos como analizadores de red que leen el consumo eléctrico. “Dispositivos que envían los datos a una plataforma cloud y nosotros hacemos el tratamiento de todos esos datos, cruzándolos unos con otros, buscando patrones y elaborando gráficas, informes e indicadores energéticos. Nos encargamos de hacer un análisis muy exhaustivo, como si fuéramos detectives que vamos en busca de oportunidades para reducir el consumo”, explica Gonzalo Villar, CEO de Softwine.

Los resultados y herramientas empleadas en todo este trabajo de campo para la mejora energética en Bodegas Franco Españolas se expondrán el próximo 4 de mayo a las 19:00 horas en sus instalaciones de Logroño para reflejar un sector vinícola más concienciado con el ahorro energético y la medición digital. La inscripción al evento se realiza a través de la dirección de email [email protected] antes del próximo martes 25 de abril.

Durante la jornada se abordarán temas como la compra de energía, de la mano de Brener Energy Brokers; la generación de energía y el autoconsumo, con la empresa Ecotelia como especialista en fotovoltaica, y la medición, digitalización y cuadro de mando energético que abordará la riojana SOFTWINE.

“Creo que todo lo que rodea a la monitorización de consumos y digitalización en lo que respecta a la energía no está del todo implantado en el sector de las bodegas. Es cierto que las más grandes llevan la delantera con proyectos relacionados con la sostenibilidad, ya que cuentan con personal suficiente, pero en las medianas queda trabajo por hacer, aunque hay una gran inquietud con este tema y cada vez se muestra más interés. La cuestión es que hasta ahora la energía ha sido barata en la mayoría de los casos, y las grandes subidas de los últimos meses han hecho que las empresas busquen soluciones”, remarca Villar.

Los pasos, sin embargo, siguen dándose porque cada vez son más las bodegas, independientemente de su tamaño, que instalan placas solares porque es más rentable desde que se cambió la normativa. “Pero lo que no saben las bodegas, y todas las empresas en general, es dónde consumen más. Reciben una factura, pero no saben cómo se reparte ese gasto entre los diversos centros de consumo de una bodega: depósitos de frío, líneas de embotellado, compresores, iluminación… Y es muy importante conocer esos datos de cara a la imputación de costes y seguido emitir acciones para ir reduciendo poco a poco el consumo”.

En este sentido el interés es evidente por parte de las bodegas como línea de trabajo para apostar por medidas sostenibles, más si cabe cuando es algo premiado y exigido en algunos escenarios de cara a la exportación, como es el caso del certificado Sustentable Wineries for Climate Protection (SWfCP). Y dentro de esa sostenibilidad en bodega entran en juego los residuos, el agua, la economía circular, las emisiones y, por supuesto, la energía. “Y para ser sostenibles en cuanto a la energía lo primero que hay que hacer es medir. Solo así nos daremos cuenta del dinero que puede ahorrarse y, sobre todo, del menor impacto ambiental que se puede generar”.

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