Llega el buen tiempo, el sol y las ganas de disfrutar de la naturaleza. Logroño tiene varios espacios para eso, y uno de ellos, y quizás el más visitado, es La Grajera. Kilómetros y kilómetros de aire puro, un embalse de 32 hectáreas, animales… el paraíso perfecto para perderse a unos diez minutos del centro de la ciudad, pero no para tomarse un café y aprovechar las vistas.
Julio Iglesias lo decía cantando: ‘La vida sigue igual’, y así continúa la situación del bar del parque. Cerrado y sin visos de que vaya a cambiar. Desde hace más de un año las quejas de los vecinos que se acercan hasta La Grajera se repiten una y otra vez cada vez que se encuentran un cartel en la puerta del bar que avisa de que “Estamos haciendo mejoras en este espacio. Disculpe las molestias”.
“¡Ni las obras de la Sagrada Familia!”, denuncia un lector al Sereno de NueveCuatroUno. “¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar? ¿Mejoras? Si aquí no se mueve nada…”.
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