Intentar ser referentes es sostenibilidad. Ese es el objetivo de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, cuyo Consejo ha presentado un ambicioso proyecto de diagnóstico para saber qué cosas se están haciendo bien y potenciarlas y en cuáles hay que mejorar para revertir algunos errores.
El proyecto, liderado por la consultora especializada Isemaren, plantea un análisis pormenorizado del estado de la sostenibilidad dentro de la Denominación. El objetivo fundamental no es otro que evaluar la situación real en vertientes como la medioambiental, la socioeconómica y la de la gobernanza.
El proyecto presenta aspectos diferenciales en su metodología, desarrollo y posterior resultado. Destaca especialmente el amplio tamaño de la muestra y su aleatoriedad. Serán un total de 300 las entrevistas que se realicen a lo largo de los próximos cuatro meses entre bodegas y viticultores, que se elegirán de forma aleatoria entre los integrantes de la Denominación.
Además, el hecho de que el ejercicio de exploración a partir de diversas entrevistas se vaya a producir ‘in situ’ para la verificación sobre el terreno supone un esfuerzo extra con respecto a otros diagnósticos anteriores. “No van a ser entrevistas telefónicas, sino en cada una de las bodegas o los viñedos de Rioja; aunque hay que dejar claro que no es una auditoría, sólo queremos saber el estado real de cómo nos encontramos para poder seguir mejorando”, ha explicado Estíbaliz Torrealba, coordinadora del Comité de Expertos en Sostenibilidad de la DOCa Rioja.
Tras varios meses de gestación del proyecto y trabajo previo, focalizado principalmente en la definición e identificación de las variables medibles y los indicadores que se van a tratar -cerca de 200 en total-, comienza ahora la siguiente fase con el trabajo de campo, la cual requiere la colaboración y participación directa de bodegas y viticultores de la Denominación.
Así, definida ya la metodología, una muestra aleatoria de 300 profesionales del sector será contactada por la consultora la semana que viene para concretar las entrevistas que se irán realizando los próximos meses y que se llevará a cabo en las instalaciones de las bodegas y en los viñedos (en el caso de los viticultores), con el propósito de recabar toda la información y certezas posibles que permitan hacer tangible el estado de sostenibilidad en la Denominación.
En este sentido, aspectos como el uso del agua y de la energía, la gestión del suelo y de residuos, el grado de contribución a los ODS, la preservación del paisaje y del acervo cultural pero también la fijación de la población rural o el nivel de preparación de la Denominación ante los grandes retos internacionales, como la lucha contra el cambio climático, serán cubiertos, analizados y recogidos en el diagnóstico.
Helena Fernández, directora de Isemaren, ha destacado que “una de las particularidades que pone de relieve el potencial del estudio y su carácter diferencial es el exhaustivo trabajo de campo que se va a desarrollar”. Además ha asegurado que “es el mayor ejercicio de análisis y diagnóstico de sostenibilidad realizado en una Denominación en España”. Así, ha explicado que aunque se han hecho trabajos en este sentido en otras denominación, “ninguno es tan completo ni con una muestra tan amplia” como el que se va a efectuar en Rioja.
Por su parte, Estíbaliz Torrealba ponía el acento en que “ser un referente en materia de sostenibilidad es un objetivo ambicioso que conlleva al mismo tiempo gran responsabilidad”.
Los resultados verán la luz a finales de este mismo año, momento en el que se dispondrá del diagnóstico y en base al cual se trazarán las líneas a seguir para alcanzar los objetivos a corto, medio y largo plazo.
