El trágico desenlace al accidente laboral ocurrido el pasado miércoles en Calahorra carga de razón al grito de alarma que los sindicatos riojanos llevan semanas emitiendo: la comunidad tiene un problema con la siniestralidad laboral.
De hecho, cuando 2023 aún no ha consumido las primeras cuatro hojas del calendario, La Rioja ya ha sufrido más muertes a consecuencia de accidentes en el trabajo (diez) que en todo el curso anterior, cuando perdieron la vida nueve trabajadores.
Esta misma semana se produjo el anterior suceso relacionado con la siniestralidad laboral en La Rioja, al morir en el hospital el trabajador que resultó herido en el incendio de la discoteca Bella Época, ocurrido en la madrugada del 1 de abril.
A consecuencia del mismo, los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) se concentraron para recordar al trabajador fallecido -de 45 años de edad- y urgieron a “Administraciones, sindicatos y empresas” a “hacer algo al respecto de estas cifras realmente escandalosas”.
Asimismo, recordaron que en la comunidad han crecido un 7 por ciento los accidentes laborales con baja respecto al ejercicio pasado, por lo que abogan por constituir una mesa de trabajo en el ámbito del diálogo social y “hacer frente común” para afrontar la siniestralidad y reducir estas cifras tan “lamentables”.
Según apuntaba UGT, la inspección de trabajo carece de los medios necesarios para atender a todas las empresas, por lo que ha pide que se les dote de más personal y también a la Fiscalía especializada en salud laboral. “El tiempo de la pedagogía, la formación y la información ya ha pasado. Hay que pasar a otro tipo de acciones”, ha concluido.
