La SD Logroñés se ha impuesto frente al Calahorra (0-1), gracias a un gol in-extremis de Iker Unzueta. Los blanquirrojos se colocan con 46 puntos, a solo dos del playoff de ascenso a Segunda División. Con la salvación cerrada, pueden soñar. También rompen su mala racha frente a los rojillos, a los que no ganaban desde 2015. Mientras tanto, los de Carlos Pouso se quedan con 23 puntos y vuelven al farolillo rojo, asumiendo ya un descenso virtual hacia Segunda RFEF. A falta de veinticuatro por jugarse, su diferencia con la permanencia es de once.
Con mucho viento y con los dos equipos casi al completo en cuanto a efectivos, el primer tiempo ha desembocado en un ida y vuelta lleno de imprecisiones. Sergio Gil ha sido el primero en probarlo, enviando arriba una falta botada en la medular. La réplica ha tardado algunos minutos y se ha traducido en un disparo raso de Pablo Saénz, que ha podido atrapar bien Jero Lario. Mucha igualdad y pocos sustos para los porteros antes de llegar al descanso.
En la segunda entrega, los entrenadores han tratado de mover el banquillo. Carlos Pouso ha apostado por Davo, Aritz Pascual y Arias. Mientras tanto, Raúl Llona ha metido a Samanes, Monroy, Emilio, Manny Rodríguez y ya tras el tanto, a Ribeiro. Cuando el cronómetro ya iba por el 87, el ‘killer’ Unzueta ha cabeceado para marcar el tanto de la victoria, previa asistencia de Samanes. Alegría increíble en los aficionados logroñeses desplazados a La Planilla y desolación en unos locales a los que no les sale nada.
23 puntos separan a dos conjuntos humildes, inmersos en temporadas totalmente antagónicas. La Sociedad se crece y mira ya a los equipos de arriba. Séptima, ya ha abierto seis puntos en su posición de Copa del Rey y tratará de dar la campanada y disputar la fase de ascenso. Eso sí serían palabras mayores.