La Rioja

Un año sin entrar en su casa: “Ese muro y esa piscina nos van a dar problemas”

Mamen Herreros es una de las afectadas por el deslizamiento de tierra que tuvo lugar en abril del pasado año en el cerro de Santiago en Autol. De momento lleva once meses viviendo de alquiler, sin ninguna ayuda económica por parte de nadie, y sin poder entrar en su casa que continúa precintada. “Sólo hemos podido entrar un par de veces a por cosas acompañados de los bomberos”.

Aún recuerda aquellos días. “Llevábamos sacando agua varios días de la bodega y fue el viernes por la noche cuando vimos que la bodega de la casa estaba dando de sí”. Desde entonces no ha vuelto a entrar en su casa.

El resto de la veintena de vecinos afectados volvieron a los pocos días a su casa, pero ella aún sigue en un piso de alquiler. “Al principio fuimos a casa de mi madre, pero cuando nos dimos cuenta de que era para mucho tiempo decidimos buscar otra solución”.

Ahora, inmersa en abogados, peritos y sin dejar de ir a ver la casa al menos una vez al día, espera a que las obras terminen en la ladera para tomar una decisión. “Dice que terminarán en mes y medio, pero yo creo que le queda algo más, aún así yo luego quiero que alguien me certifique que mi casa no corre más riesgo antes de empezar las obras para solucionar todo el estropicio que tenemos en la bodega”.

No se fía demasiado de la situación. “La casa de la parte alta de la ladera ya la han derribado para quitarle peso al cerro, pero ahí han dejado el muro y una piscina, el otro día en la visita de la presidenta incluso alguien preguntó por qué eso se había quedado ahí, es que es incomprensible”.

De momento ella sigue con su casa precintada, sin poder entrar en ella y pagando un alquiler “por algo que está claro que no ha provocado mi casa, al final he sido la más perjudicada por todo este asunto”.

Subir