El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, han visitado este martes la calle Fundición, una vez terminadas las obras de reurbanización, que ha renovado el abastecimiento, la canalización de electricidad y las telecomunicaciones, y cuenta con nuevo arbolado y una zona infantil.
Las obras han contado con un presupuesto de 729.528,63 euros, de los cuales 607.680,57 están subvencionados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia – Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Han sido ejecutadas por la empresa Antis Obra Civil, S.A.
“Esta calle fue intervenida inicialmente con urbanismo táctico para darle prioridad peatonal y ahora la hemos consolidado con apoyo de los fondos europeos”, ha indicado Pablo Hermoso de Mendoza. “Las obras han consistido en la mejora del saneamiento, así como nuevas canalizaciones de electricidad y telecomunicaciones, que se unen a nuevo adoquinado, la renovación de las luminarias y del mobiliario Urbano. También hemos incluido una zona infantil, zonas de drenaje urbano sostenible como las implantadas en la calle Murrieta, por ejemplo, y más arbolado”, ha explicado el alcalde de Logroño.
La principal característica de esta urbanización es la consolidación mediante obra civil de la transformación que se realizó por emergencia para ganar espacio peatonal convirtiendo esta calle en una tipología de prioridad peatonal.
“La remodelación completa mediante obra civil ha permitido crear una plataforma única con pavimento granítico, y crear diferentes espacios para atender todas las necesidades de uso de esta calle”, ha dicho Pablo Hermoso de Mendoza.
Por su parte, Beatriz Arraiz ha señalado que el espíritu del Plan de Recuperación es financiar con fondos europeos actuaciones que promuevan la movilidad activa. “Las obras de la calle Fundición suponen un avance más hacia el objetivo de calmar el tráfico en la ciudad y lograr la convivencia de los diferentes modos de movilidad”.
La calle Fundición es una de las áreas pacificadas o “supermanzanas” definidas en el PMUS de 2013 como estrategia urbana y de movilidad para darle prioridad al peatón mediante plataformas únicas que reduzcan la intensidad y la velocidad de tráfico.
Esta calle, además de estar en el centro de esa supermanzana, dispone de una anchura mayor que las colindantes, lo cual ofrece mayores posibilidades para poderla transformar de una calle “pasillo”, es decir, una calle recta de paso pensada principalmente para el tráfico, en una calle “salón”, que además de poder pasar con el vehículo, se pueda estar, convivir, comprar, etc., es decir, una calle pensada para las personas.
La calle obedece ahora a un equilibrio de todos los usos y a un reparto equilibrado del espacio para zonas de carga y descarga, zonas estanciales, zonas para terrazas de los establecimientos y, sobre todo, arbolado.
