La Rioja

El humedal de El Recuenco, un paraíso para las garzas

El humedal de El Recuenco, en el término de Calahorra, constituye un hábitat interesante en el valle del Ebro para la reproducción de las garzas, con hasta 120 parejas de seis especies diferentes de estas aves, de las que diez son imperiales; y que lo convierten en un paraíso para este tipo de zancudas.

Lo que en antaño fue una infraestructura de riego, creada a partir de una laguna endorreica para regar fincas de la margen izquierda de N-232, en 2010 se incluyó en el Inventario Español de Zonas Húmedas y en 2017 se declaró Área Natural Singular dentro del Área Natural Singular de Zonas Húmedas y Yasas de la Degollada y el Recuenco.

Con 233 hectáreas, este hábitat conforma una buena representación de los humedales del valle del Ebro de interés para las aves, tanto en períodos de nidificación como en migración e invernada, al tratarse de una planicie esteparia surcada por barrancos, yasas y el pantano de El Recuenco.

Así lo explica a EFE el biólogo del Servicio de Conservación de la Naturaleza del Gobierno de La Rioja, David Martín Civera, quien, a pie del humedal, repasa el valor de este hábitat, en el que, además, en invierno y durante el paso migratorio, sus orillas y zonas húmedas sirven de lugar de parada y refugio a aves limícolas.

EFE/Raquel Manzanares

El interés singular de El Recuenco son sus 9,34 hectáreas de lámina de agua, que le han permitido formar un variado ecosistema acuático de importancia para las especies ardeidas -las garzas-, que han encontrado en este paraje un paraíso para nidificar.

Del martinete común a la garza imperial
La población reproductora puede alcanzar hasta las 120 parejas de seis especies diferentes de garzas, como el martinete común, garcilla bueyera, garceta común, garza real, garza imperial y avetorillo.

En los últimos años, se ha constatado la nidificación de otras aves escasas y singulares, como el zampullín cuellinegro, el calamón común o el bigotudo, que cuenta en El Recuenco con una población de reciente ocupación formada por 2 o 3 parejas residentes.

Estudios realizados sobre el galápago europeo, antes de la declaración de esta zona como espacio natural protegido, también identificaron este espacio húmedo como un lugar con hábitat capaz de acoger a la especie, en concreto, un galápago autóctono catalogado como vulnerable y con un sensible declive en el valle del Ebro.

Entre las aves más características y singulares de las que nidifican en esta zona se encuentran la paloma zurita, el mochuelo, el abejaruco, la cogujada montesina, el alcaraván, la bisbita campestre, la collalba rubia y la curruca tomillera.

La comunidad de aves nidificantes de este paraje se completa con otras comunes a otros humedales del valle del Ebro, como el aguilucho lagunero, el ánade azulón, la focha, el somormujo lavanco, el zampullín común, la gallineta común, el rascón europeo, el carricero y el tordal.

Mejorar la conservación
Con una inversión de 249.000 euros provenientes de los fondos europeos, el Gobierno de La Rioja ha adquirido recientemente 27,4 hectáreas en esta zona, que incluyen las 11 que ocupa el embalse de El Recuenco.
Además, la compra del humedal también incluye las áreas esteparias circundante, hábitat en retroceso y que alberga algunos de los grupos de aves más amenazadas.

Según ha explicado a EFE el consejero de Sostenibilidad y portavoz del Gobierno, Alex Dorado Nájera, el objetivo de esta adquisición ha sido mejorar la gestión de estos espacios naturales para facilitar la conservación y restauración de la biodiversidad.

Ha citado la Ley de Biodiversidad y Patrimonio Natural de La Rioja, impulsada por el Gobierno regional, entre cuyas prioridades está la conservación y restauración de humedales.

Una de las principales novedades de la norma es establecer una lista con los humedales presentes en La Rioja para declarar esos proyectos como de utilidad pública y proceder a su restauración, en línea con las prioridades del Gobierno de España, la UE y los acuerdos internacionales.
En la actualidad, son 49 los humedales riojanos que forman parte del Inventario Español de Zonas húmedas, instrumento formulado por la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad estatal para conocer el número, extensión y estado de conservación de estos ecosistemas.

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