Gastronomía

La torrija del padre dura todo el año

Para los del ciento en viento se cae un nuevo mito. Ya podemos comer cerezas en Navidad, alubia verde todo el año, fresas desde finales de febrero… y ahora esto. Será por el cambio climático. La torrija ha superado la estacionalidad del Día del Padre y la Semana Santa. Los más golmajos se ponen morados no solo durante este próximo fin de semana. Se clavan torrijas durante todo el año. Solo nos quedan los turrones para saber que estamos en invierno y los helados para saber que ya ha llegado la primavera. El resto ya va a gusto del consumidor. Hay de todo durante todo el año. Hay torrijas todos los fines de semana. Un ‘delivery’ de torrijas y el fin del mundo está asegurado.

Es la conclusión que extrae NueveCuatroUno tras darse una vuelta por cuatro panaderías de La Rioja. Para los del ciento en viento ha llegado la semana en la que comen torrijas. Pero los profesionales de este postre lo degustan a su antojo, en pleno agosto o bien entrado el invierno. “No hay problema”, explica Mónica, responsable del Otro Costal. “Todos los fines de semana hacemos torrijas, aunque evidentemente para este próximo fin de semana preparamos muchas más”, señala consciente de que debe suministrar sus torrijas a los del ciento en viento.

Mónica presenta el pan para torrijas y las torrijas ya hechas para llevar a casa. Y solo, explica, “tiene un secreto: que el pan esté bien empapado en leche antes de pasarla por la freidora”. Asegura que “lo peor es una torrija seca”. Ya las están mojando con pan del día anterior porque “esta semana preparamos todos los días”. Hay muchos clientes del ciento en viento, de comer torrijas solo por el ‘Día del Padre’, por San José. Es una tradición, como el roscón de Reyes, que tampoco rompe su estacionalidad como sí está consiguiendo el panetone.

Los postres nos sitúan en una fecha del año. Los postres tradicionales son un calendario gastronómico, por eso en La Floreta de la calle Marqués de la Ensenada, sus propietarios han sacado a la calle un cartel para avisar a clientes habituales y no tan habituales, que se anden con ojo que el sábado en principio no habrá para todos. O se reserva o este fin de semana la familia puede quedarse sin las tradicionales torrijas. Y las tradiciones hay que cumplirlas. Este postre es un dulce de Semana Santa. Sin embargo en La Rioja son incluso más habituales durante la celebración de San José (este próximo 19 de marzo).

El padre espera a sus polluelos en casa para reunirse de nuevo, recibir su correspondiente beso, recibir un par de calcetines y cerrar esta celebración con unas buenas torrijas, con o sin leche, hechas o no en casa. “Cada día la gente se lía menos, y compramos más en las panaderías. Es más limpio, cómodo, y rápido”, explica Javier, cliente de La Floreta, a la que acude cada día a por su barra de pan sobao.

La torrija es un postre que nació, como todo lo rico, en los hogares de economías más modestas. Ésos que solo podían permitirse un postre con ingredientes baratos como eran el pan duro, la leche, el azúcar y el huevo, para los días en los que la Iglesia imponía el ayuno de carne y había que buscar energía al margen del trozo de carne. Ahora se ha convertido en un postre habitual, referencia de muchos restaurantes riojanos, que trabajan habitualmente muy bien este postre bastante significativo de los siete valles.

Restaurantes… y hoteles. Porque los hoteles riojanos están trabajando de alguna forma el asunto de la torrija. “Sí, tenemos encargos de torrijas de hoteles de Logroño, además de forma bastante habitual”. En la panadería Pan Caliente advierten de esta realidad desconocida, “no sabemos si para los desayunos, la verdad, pero se llevan torrijas”. En esta panadería hacen torrijas durante todo el año, aunque por experiencia saben la avalancha que se les viene encima durante este próximo viernes y sábado. “Estamos preparados, no hace falta reservar”. Están listos para vender torrijas ya hechas y también pan para hacer torrijas. “Es diferente al pan normal”, explican en esta panadería. “El normal lleva esos cortes para hacer la corteza, el de las torrijas no debe llevar corteza por eso no presenta esos cortes”.

Siempre con pan del día anterior, una receta de aprovechamiento que nuestros panaderos elevan a otro nivel una vez que lo mojan en bien de leche, huevo, canela y pasan ya las torrijas por una freidora con aceite limpio. “Y después que cada uno elija cómo prefiere comerse la torrija, seca o con leche”. José Antonio es el responsable del Horno Tradición de la calle Beratúa de Logroño. Es de los panaderos que aprovecha todos los viernes para hacer torrijas y endulzar así el fin de semana a sus clientes. “Aquí hay todo el año”, remarca sin darse mayor importancia.

A los del ciento en viento, tranquilos, nuestros panaderos, como los del Tudanca, donde venden pan para torrijas, o como los del Horno Arguiñano, donde las presentan ya hechas y bien mojadas en leche, están listos para que este fin de semana celebremos con padre su torrija habitual. Y a los que pecan cada fin de semana con una torrija, tranquilidad, los panaderos lo saben y preparan para todos, o al menos esa es su intención, que para eso madrugan tanto todos los días.

Subir