Blusas a la cintura, pañuelos al cuello, más de una capa de ropa para atemperar el frío y muchas ganas de fiesta. Así, los calagurritanos se han ido acercando poco a poco a las inmediaciones de la glorieta de Quintiliano para dar la bienvenida en forma de cohete y de mucha serpentina a unas fiestas ansiadas por todos y que se van a vivir intensamente hasta este sábado.
Con el ritual habitual que designa el inicio de los festejos calagurritanos, integrantes de las peñas calagurritanas han colocado el pañuelo a Quintiliano a la espera de que a las ocho de la tarde, la alcaldesa, Elisa Garrido, junto a la reina de las fiestas, Paula Adán, y su séquito perdiesen la mecha con la que se ha inaugurado un programa repleto de actos en los que no faltarán encierros, actuaciones musicales, degustaciones y salidas de charangas.
Los peñistas han dado el toque de ambiente en una plaza a rebosar y en un desfile que ha guiado la fiesta por las principales calles de la ciudad. Para sobreponerse a las bajas temperaturas, además de los polares, no han faltado una buena dosis de zurracapote en los cuartos. La noche se prevé larga en una ciudad que se ha rendido a la fiesta y que vivirá tres jornadas de goce máximo.
