La inflación ha servido como revulsivo para que muchos ahorradores opten por poner a salvo su dinero en el ladrillo que retorna con fuerza. Sin ir más lejos, la venta de inmuebles en una ciudad como Zaragoza ha alcanzado máximos históricos debido al escenario inflacionista actual.
En concreto, las ventas se han repartido de la siguiente manera: un 20 por ciento para la obra nueva en Zaragoza, mientras que el 80 por ciento de la demanda ha ido a parar a las casas de segunda mano.
Además, retorna el interés por el centro. Cabe recordar que con la irrupción de la pandemia los gustos cambiaron y la mayoría de compradores mostraba interés por casas situadas en la periferia de las grandes ciudades, con mayor superficie para disfrutar con los suyos, además de espacios al aire libre.
Lo cierto es que estos buenos números no se observan solo en Zaragoza, pues todo el mercado inmobiliario de Aragón parece haber experimentado idéntica suerte. En este sentido, la compraventa de viviendas en la citada región ha registrado durante el pasado año uno de sus mejores resultados, incluso supera a los vividos en 2007, en la antesala de la crisis. Así, 2022 se cerró con 4.572 operaciones registradas únicamente en el tercer trimestre; es decir, estamos ante el mayor crecimiento de los últimos 15 años.
Además, debemos de tener presente que aunque el precio medio de la vivienda en Aragón ha crecido en un apenas perceptible 0,08 por ciento en el último trimestre, el coste medio del metro cuadrado en viviendas de nueva construcción ha bajado en un 3 por ciento. Por lo tanto, estos datos también han animado a los compradores.
Al respecto, el precio medio de la vivienda nueva en venta en Zaragoza ha alcanzado los 2.390 euros el metro cuadrado. Por su parte, el precio medio de la vivienda de segunda mano se encuentra en los 1.665 €/m2, según los datos recopilados por la plataforma de big data inmobiliaria Brains RE.
Pero, sin duda, la obra nueva sigue siendo una de las mejores apuestas. Entre las múltiples ventajas de estas viviendas están una excelente eficiencia energética, viviendas construidas con los últimos ordenamientos urbanos o la oportunidad de personalizarlas sobre plano.
Sin duda, estamos ante una ciudad de considerable crecimiento y prosperidad. De hecho, según una reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Zaragoza es la segunda ciudad española con mejor calidad de vida, solo aventajada por Vigo. Así, aspectos como su tranquilidad y comodidad para vivir, la oferta cultural, su mercado inmobiliario y sus excelentes servicios públicos la aúpan hasta este segundo puesto.
