Cultura y Sociedad

“Hay canciones que ahora no podrían componerse”

La vida de Daniel Amatriain dio un giro de 180 grados cuando desde el grupo de teatro de su colegio se animaron a participar en el musical ‘El sueño de Peter Pan’. Había estudiado Administración y Dirección de Empresas. Había comenzado a trabajar “de lo suyo” nada más salir de la carrera, pero dejó su trabajo y decidió dedicarse por completo a la música.

Hasta entonces el único público que le había escuchado era su madre. “Recuerdo que cerraba la puerta del salón cuando iba a cantar como si así no me fuese a oír nadie”. Tener que pedir un día en el trabajo para una de las funciones le dio el empujón definitivo y pensó: “Voy a probar”.

No fue un proceso fácil. “Los padres siempre ven más la incertidumbre de dejar algo fijo para meterte en un mundo un poco desconocido, pero sentí su apoyo”. Recibía clases de música con Mikel De La Fuente. “Un día le dije, hoy te pago la clase pero vamos a tomarnos una cerveza”. Delante de dos cañas le preguntó: “¿Y yo qué tengo que hacer para hacer lo que haces tú?”

Desde entonces no ha parado de trabajar: da clases en cuatro escuelas distintas, da conciertos, dirige coros… “Los inicios no son fáciles recuerdo que las primeras clases que di lo hice entre los que jugaban al tenis de mesa y los de esgrima”. pero tener un propósito fijo le sentó bien. “También es verdad que no digo a nada que no, soy bastante atrevido en ese aspecto, ahora por ejemplo vamos a hacer un tributo a Extremoduro con un cuarteto de cuerda”.

Además se siente bien tratado. A pesar de vivir en Pamplona, cruza el Ebro para muchos de sus conciertos. “Siempre que propongo algo por la zona me dicen que sí y además el público responde, no puedo pedir más”.

El 12 de marzo en Calahorra y el 17 de marzo en la Sala Negra de Logroño pondrá en escena su concierto ‘Canciones Prohibidas’ en la que se subirá al escenario con diferentes colaboradores (“Siempre termino engañando a alguien para que me acompañe”).

Se trata de un concierto que saca a relucir todas esas canciones que, por un motivo u otro, en algún momento, han estado prohibidas o lo estarían. “Hay canciones en nuestra memoria que ahora no se podrían componer”, asegura.

Va poco a poco poniendo ejemplos. “¿Te imaginas ahora componiendo esa de Miliki de los días de la semana que la niña no podía salir a jugar porque tenia que planchar?”, pregunta en voz alta. Y así se pregunta durante el concierto qué es la censura, cómo los músicos se autocensuran, o cómo la sociedad va censurando canciones a veces sin darse ni siquiera cuenta.

“Ese es un poco el hilo conductor del concierto, reflexionar sobre ese tema con canciones que todos conocemos”. Así va poniendo más ejemplos. Como una de las canciones de la película El Mago de Oz. “Es una canción que repite constantemente ‘la bruja ha muerto’. En Reino Unido la tuvieron que retirar de las emisoras con la muerte de Margaret Thatcher porque se puso muy de moda”.

También recuerda que tras el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York se quitaron de las emisoras todas las canciones que aludiesen a volar o que tuviesen la palabra bomba. “Se dejaron de emitir más de 160 canciones, entre ellas ‘New York, New York'”.

Historias curiosas en una conversación con el público en un concierto que va evolucionando cada vez que sale al escenario.

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