Natxo González sigue teniendo crédito. Por tanto dirigirá a la UD Logroñés el próximo domingo en Las Gaunas en el derbi ante la SD Logroñés. La dirección deportiva, la junta directiva y el propietario mantienen, al menos hasta el próximo encuentro, la confianza en el técnico, que firmó por esta temporada y la que viene un contrato alto, a la altura del currículum que atesora el vasco.
Pese a la derrota ante el Alcoyano, pese a las diez jornadas en las que ha dirigido en liga al equipo en las que todavía no ha logrado una victoria, pese a los seis puntos de distancia respecto a la salvación, la entidad le da al menos un partido más al entrenador vitoriano para que trate de resolver una situación que se ha ido complicando tras dos derrotas seguidas ante dos rivales directos como el equipo de Alcoy y el Bilbao Athletic.
La UD Logroñés parece dispuesta a soportar la presión que ahora mismo existe dentro y fuera del club. Le dieron dos partidos más tras la derrota en Lezama y la hoja de ruta se mantiene vigente a la espera de una reacción del propio entrenador y de la plantilla. Y aquí es donde reside, según fuentes consultadas, la razón de mayor peso por la que continúa Natxo en la UD Logroñés: los jugadores confían en el trabajo que se está haciendo pese a que los resultados no están llegando. Algunos buenos partidos con malos resultados abren una pequeña rendija por la que se cuela algo de esperanza que permite observar el futuro más próximo con algo de optimismo pese a la que está cayendo.
En el club confían en que esta pésima situación se puede resolver en tiempo y forma. El derbi ante la SD Logroñés será la prueba final para el preparador de Labastida, que seguirá esta semana al frente del primer equipo. Sin embargo están siendo horas realmente complicadas en la UD Logroñés, en una crisis de resultados histórica que parece no tener fin tras trece jornadas sin conocer el triunfo.
En ocasiones el optimismo se abre paso en el seno del club, y entienden los técnicos que en algún momento oportunidades tan claras como las de Schutte, Cristian, o Clau (tres jugadas de este pasado domingo en Las Gaunas) acabarán entrando; y en ocasiones la depresión lastra a la entidad que no encuentra soluciones -por las ocasiones fallados, los errores cometidos, los malos partidos- en la plantilla ni en el mercado para solventar una caída libre que pone a Natxo González sobre el filo de la navaja.
O gana el derbi o estará fuera. El tiempo se agota, la distancia con la permanencia crece y la salvación está fijada en al menos ocho victorias en lo que resta de temporada. El vértigo atenaza, pero el club de momento no mueve ficha, como si mantuviera la calma, la misma que se perdió hace ya algunas semanas.
