Un piano, preferentemente acústico y afinado, un proyector con suficientes lúmenes en función del espacio, una pantalla o superficie de proyección blanca o clara, y el pago de derechos de exhibición de películas, si procede. Esto es lo que necesita Ricardo Casas para dramatizar al piano joyas de cine mudo.
Doctor en medicina y un apasionado pianista, compositor e improvisador, inició sus estudios de piano a los 10 años en Baviera y los prosiguió en San Sebastián. Ha tocado en diferentes grupos musicales y realizó sus primeras incursiones en la improvisación musical acompañando a compañías de teatro de improvisación. En abril de 2009 comenzó en Albacete su ascendente carrera de pianista de cine mudo. Cada actuación es una experiencia única y fascinante para todos los públicos.
Este domingo estará en Sala Negra a las 12 horas. Un concierto en el que combinará la composición previa con el arte de la improvisación. Para esta “traducción simultánea” de imagen a sonido empleará múltiples registros y estilos musicales, combinando genuinas melodías, armonías, ritmos, timbres, acentos y silencios que convierten este ‘doble’ espectáculo de cine + música en una auténtica experiencia.
