El mercado invernal ha finalizado con muchos movimientos para los tres equipos riojanos. Entre altas y bajas, el Calahorra ha sumado diecinueve operaciones, un ritmo más veraniego que invernal. Por su parte, la UD Logroñés ha alcanzado once. No es casualidad que ambos estén en descenso. Cuestión muy diferente es el presente de la SD Logroñés, que navega con tranquilidad en el centro de la tabla y solo ha necesitado retoques.
Los rojillos comienzan febrero como colistas (14 puntos), a doce de la salvación. Carlos Pouso llegó al banquillo en Navidad, pero no ha podido enmendar la situación. Por ahí se puede entender la salida de doce futbolistas. En portería, se ha marchado Valera (sin equipo), Canella (sin equipo), Edu Luna (Mar Menor) y Sukía y Recio (fin de cesión y vuelta a la Real Sociedad B) han debilitado la defensa. En el centro del campo, se han marchado Carrasco (sin club), Fer Cano (Melilla) y Robles (Recreativo de Huelva). Por último, han causado baja los atacantes Chinchilla (Recreativo), Forcén (Utebo), Barace (Ibiza) y Gabarre (San Fernando).
En el capítulo de altas, han firmado hasta siete jugadores, casi todos menores de 26 años. En el lateral izquierdo, ha llegado Kortazar (UD Logroñés), mientras que Gustavo Quezada (San Roque de Lepe), ha reforzado el mediocentro. El mayor refuerzo se ha producido en ataque, prácticamente renovado. El extremo izquierdo Pedro Pata procede del Recreativo, mientras que Oier Calviño (cedido desde el Pontevedra) y Davo Fernández (Langreo) juegan como extremos derechos. Por último, Aritz Pascual (Bilbao Athletic) y Pablo Saénz (Alfaro) se sitúan en la posición de ‘9’. A la desesperada.
Gabarre, una de las bajas del Calahorra / Foto: CD Calahorra
La UD Logroñés ha completado un mercado de fichajes ciertamente decepcionante. El conjunto entrenado por Natxo González es decimooctavo, con 21 puntos, a cinco ya de los puestos de permanencia e inmerso en la peor racha de su historia (doce partidos seguidos sin ganar). Su situación es gravísima, pero la ventana invernal no ha contentado a nadie. El motivo es que los blanquirrojos no han podido completar sus dos fichas sénior libres.
En defensa, la entidad presidida por Félix Revuelta ha conseguido al lateral izquierdo Eudald Vergés (cedido del Andorra) y al lateral derecho Attipoe (cedido por el Albacete). También ha fichado al mediocentro Carlos Ramos (Atlético Baleares). Por otro lado, el mediapunta Keita ha subido al primer equipo desde el filial. Adicionalmente, el delantero Jorge Martínez-Losa llegó desde la Real Sociedad, aunque se lesionó de gravedad y su ficha está dada de baja. A esta nómina se le puede añadir el portero Aitor Ekiza (Mutilvera), que alternará el primer equipo y el Promesas.
En cuanto a las bajas, se han concentrado en portería y laterales. De esta forma, el guardameta Pradas se ha marchado al Estepona y su homólogo Serantes, al Imabari de Tercera japonesa. En banda izquierda, Kortazar se ha marchado al Calahorra. Además, el club decretó la baja de Campins, cuyo rendimiento ha sido decepcionante. Por último, este martes se anunció el parte médico de Jorge Martínez-Losa: lesión en su ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y obligación de pasar por quirófano. Roto, el jugador se despidió de la afición con un comunicado: “Lo siento en el alma”.
La SD Logroñés se ha tomado el mercado con mucha más calma. Puede permitírselo, pues cuenta con 30 puntos, viene de vencer al Real Murcia (1-0) y camina con paso firme hacia la permanencia. Así, la entidad ha cerrado un doble refuerzo para su extremo izquierdo: Asier Córdoba (Den Boch) y Ángel Sánchez (Eldense). Por otro lado, se han desvinculado del club el extremo derecho Thierno (regresa de cesión al Tenerife B), el delantero centro Andrés Silvente (Yeclano) y el mediapunta Fran Sota (sin equipo).
