“Estamos hartos, no tanto por las derrotas, que son cosas que pueden pasar en el fútbol. Estamos hartos porque algunos jugadores de esta plantilla no se están comportando de forma profesional”. Diego Martínez es el presidente de la peña más activa de la UD Logroñés, Madrid Blanquirrojo, que en mayor o menor medida en cuanto al número de aficionados, ha estado en todos y cada uno de los encuentros que ha jugado el equipo esta temporada (desde Bilbao hasta Murcia, pasando por Alicante, Alcoy, Castellón, o Tarragona).
Los miembros de esta peña, que poco a poco se van erigiendo con continuas actuaciones en portavoces del sentir de muchos aficionados, creen que “los malos hábitos de algunos futbolistas de la primera plantilla” están afectando directamente “a su rendimiento”, deficiente con solo mirar la tabla clasificatoria. Y tras la derrota por 3-0 en Lezama, Madrid Blanquirrojo ha emitido un comunicado que ha verbalizado esta mañana de lunes su presidente Diego Martínez: “No puede ser que el rendimiento sea tan bajo y no cambien sus hábitos y que encima desde el club no se tomen medidas disciplinarias para atajar estas situaciones que tanta frustración generan entre los aficionados”.
Las supuestas salidas nocturnas, protagonizadas, indican desde esta peña, “reiteradamente por algunos jugadores” (hay fotos que así lo evidencian) no tienen cabida “en un equipo de fútbol profesional que no está rindiendo a la altura”, y piden al club que “tome cartas en el asunto y aplique el código disciplinario con el objetivo de atajar estos comportamientos que ponen en peligro la estabilidad del proyecto y competir por los objetivos que fueron marcados este pasado verano”.
La decisión de esta peña es la de “no viajar hasta que no veamos un cambio por parte del club”, al que le solicitan defender los intereses deportivos de la entidad “en todos los ámbitos”, aplicando “el código disciplinario” para garantizar “un mejor rendimiento de sus futbolistas”. Según ha podido saber NueveCuatroUno, la entidad riojana ha aplicado en una ocasión el código disciplinario por esta razón, aunque no ha trascendido qué futbolista tuvo que abonar una multa importante por no respetar los horarios marcados para el descanso.
Las continuas salidas de algunos futbolistas de la primera plantilla, las quejas de los aficionados, el bajo rendimiento del equipo, la posibilidad de un descenso “dolorosísimo” se está dejando notar, sobre todo en los partidos que el equipo juega fuera de Las Gaunas, en espacios más pequeños donde la cercanía entre afición y jugadores es más reseñable, como Lezama. Un grupo reducido de seguidores recriminó, mediada la primera parte, a Doncel, tras varias malas decisiones con la pelota, sus supuestas salidas nocturnas, a lo que el futbolista respondió con gesto airado pidiendo que abandonaran esta actitud. Situación similar se produjo con Schutte, que hizo caso omiso, ya en la segunda mitad, a las protestas continuadas de su propia afición. Situación que divide a los aficionados blanquirrojos, entre los que se centran en recordar estos malos hábitos en cuanto se produce el primer error y los que piden apoyo a pesar de este comportamiento que todos entienden como poco profesional.
